Los bonos de la deuda pública de la Argentina y las acciones que cotizan en Nueva York registran fuertes bajas de hasta 11% y 5%, respectivamente, en el inicio de las operaciones tras el resultado de las elecciones presidenciales.
Los operadores financieros reportan caídas de 11% en los títulos de la deuda soberana, que en algunas especies ya cotizan a un cuarto de su valor nominal, un precio más vinculado a una reestructuración o default que a una posible recuperación del país.
Un perfil similar adoptaron las cotizaciones de las empresas argentinas que lo hacen a través de ADRs en Wall Street, pese a que el candidato más votado, Sergio Massa, no es considerado como un “enemigo” del mercado financiero.
La tendencia negativa ya se había perfilado con el inicio de las transacciones en los mercados asiáticos y se repitió cuando se habilitó el premarket en Europa y Estados Unidos.
El ministro de Economía, Sergio Massa, convocó a una reunión de su equipo para definir los pasos a seguir que en principio había sido convocada para las 9 de la mañana, pero que finalmente se postergó sin horario confirmado hasta el momento.
En la plaza local se aguarda la apertura del mercado cambiario luego de jornadas marcadas por la incertidumbre y la falta de referencia de precios.
Durante la semana pasada una saga de operativos de control, allanamientos, y denuncias sobre el funcionamiento del mercado paralelo pusieron en stand by la cotización del dólar en la plaza informal.
Incluso durante las últimas ruedas se generó una nueva grieta entre la información que publicaban los medios de noticias con un valor del dólar en torno a los $ 900 y los portales especializados en finanzas que lo valuaban entre $ 1.100 y $ 1.200.
De allí que se espera que superada la elección se reacomode el mercado y vuelva a generarse un precio común que ordene las operaciones.
En medio de declaraciones de la oposición sobre el valor del tipo de cambio a partir del día después de la el viceministro de Economía, Gabriel Rubinstein, había prometido que el dólar oficial mantendría su valor de $ 350 hasta el 15 de noviembre, tras lo cual comenzaría una etapa de ajuste diario a un ritmo de 3% mensual.
Una de las decisiones que deberá tomar el gobierno es cómo continuará actuando sobre los tipos de cambios financieros, mercados sobre los cuáles tuvo que intervenir fuertemente para evitar subas descontroladas.
El dólar MEP abrirá a $ 898,91, mientras que el Contado con Liquidación (CCL) lo hará en $ 1.110,59.