En los primeros seis meses del Gobierno de Javier Milei, el salario real de los trabajadores asalariados registrados en el sector privado sufrió una caída del 4,6%. A pesar de que los ingresos mostraron una mejora en mayo por segundo mes consecutivo, aún no han logrado recuperar lo perdido tras la profunda devaluación de diciembre.
De acuerdo con los datos del Sistema Integrado Previsional Argentino (SIPA), los ingresos de los empleados con mayores niveles de formalidad en la economía registraron un aumento nominal del 4,9% en mayo, frente a una inflación del 4,2% en el mismo período. Según el relevamiento, el salario promedio, sin estacionalidad, alcanzó los $1.063.696.
Es importante recordar que el ajuste del tipo de cambio impulsado por Gobierno apenas horas después de asumir el poder, provocó una aceleración de la inflación, resultando en una caída real del 11,3% en los salarios.
Desde ese momento, los salarios reales han experimentado un repunte del 7,5%, aunque aún se mantienen por debajo del nivel de noviembre. La situación es preocupante, ya que en los 12 meses previos, los ingresos habían perdido un 1,5% en términos reales.
Comparado con 2017, antes del inicio de la última gran crisis que sigue afectando a los trabajadores, los salarios actuales son aproximadamente un 20% inferiores.
Pérdida de puestos de trabajo
Además del impacto de la inflación y el deterioro de los salarios reales, desde la llegada de Milei al poder se ha sumado el problema del desempleo. Entre noviembre y mayo se perdieron más de 175.000 puestos de trabajo asalariado en el sector privado. Específicamente, se registraron 123.123 empleos menos en el sector privado, 36.900 en el Estado y 15.700 entre las trabajadoras de casas particulares.
En el ámbito sectorial, la construcción fue el rubro que más empleos perdió, aunque en mayo la contracción se desaceleró. En contraste, las bajas en la industria manufacturera, el segundo sector más afectado, continuaron a un ritmo constante.