Dentro del ámbito empresarial, la iniciativa del Gobierno de Mendoza de desarrollar un polo minero en Malargüe para explotar el cobre fue bien recibido. Pero también colocaron un signo de interrogación cuando se trata de opinar sobre la integralidad del plan que puso en marcha el Ejecutivo porque, o no los consultaron, como lo expresaron de la Cámara de Empresarios Mineros, o no accedieron a la información necesaria, todavía.
El Foro de Inversiones y Negocios que tuvo lugar en el Hotel Hilton la semana anterior fue el punto de partida. Durante el encuentro se presentó Pilares, el plan estratégico con el cual el gobernador Alfredo Cornejo comenzó a transitar el camino hacia Malargüe Distrito Minero Occidental. Es una extensión de 20.000 kilómetros cuadrados en donde están emplazados 200 permisos mineros.
El viaje a Canadá para participar de la PDAC, una de las ferias del mundo minero más relevante a nivel global, en la búsqueda de posibles inversores, fue la confirmación de que el Gobierno apretó el acelerador y pretende ir por el cobre en el sur provincial, en el menor tiempo posible.
La estrategia incluye una modificación al Código de Procedimiento Minero para agilizar los pasos burocráticos que deben cumplimentar los inversores que decidan apostar al distrito minero occidental, en el territorio malargüino.
Para ello se pretende que exista una sola Declaración de Impacto Ambiental (DIA) legislativa que englobe a todos los proyectos de exploración.
Acto seguido, en caso de que la búsqueda arroje resultados satisfactorios y los inversores deciden pasar a la etapa de explotación, cada iniciativa deberá cumplir con los requerimientos para obtener la DIA, pero ya de manera específica, no grupal.
“Este código busca agilizar los permisos para hacer minería”, dijo Alfredo Cornejo desde Toronto, en Canadá.
El sí a la minería
Los primeros en mostrar su regocijo fueron los integrantes de la Cámara de Empresarios mineros de Mendoza. Desde Canadá, Raúl Rodríguez, presidente de la entidad dijo a Los Andes que recibió “con mucha satisfacción la decisión política del Gobierno en querer desarrollar la actividad minera dentro de los límites de la ley y dentro de un programa y de una planificación ordenada”.
En la misma sintonía, Carlos Monjo, secretario de la institución dijo que “la iniciativa de modificar ese código, que tiene muchos años, es una buena iniciativa. Cualquier iniciativa para que un inversor llegue a Mendoza y encuentre un camino pavimentado y suavecito para desarrollar la actividad es plausible”, insistió.
Sin embargo, Monjo, fue categórico al afirmar que no puede dar mayores precisiones sobre el proyecto de modificación del Código de Procedimiento Minero porque “no lo hemos visto, no sabemos cuál es la letra chica de lo que quieren modificar. Esto es una iniciativa del Gobierno en la que nosotros no hemos participado, así que no podemos opinar”, indicó.
Los que no pusieron un pero y aguardan con ansias que el plan oficial avance sin escollos son los integrantes de la Cámara de Comercio de Malargüe.
Para no dejar ninguna duda, desde la entidad sureña expresaron su apoyo por escrito. En el documento que lleva la firma, entre otros, del presidente Marcelo Schajnovetz y Jesús Porte, a cargo de la específica de Minería, remarcaron “la adhesión” total a la iniciativa oficial.
“Creemos en una minería sustentable, respetuosa de la calidad ambiental, que brinde oportunidades de desarrollo económico y humano para todos, especialmente para los habitantes de nuestro postergado departamento y el resto de la provincia”, afirmaron en el escrito.
Además, emplearon el documento para reclamar que durante la discusión legislativa le den “participación a nuestra entidad para realizar aportes desde el punto de visto de los productores, a fin que la futura norma tenga en cuenta las consideraciones que el sector está requiriendo”.
Por último, desde la Cámara de Comercio malargüina reiteraron la frase que ya habían utilizado durante el almuerzo de las fuerzas vivas por el 73 aniversario del departamento, en noviembre del año pasado: “Realicemos todo lo necesario para dar a conocer que la minería es progreso, avance, trabajo, siendo Malargüe el lugar propicio para mostrarles a los mendocinos y al país que la minería no hace daño, genera puestos de trabajo, buenos salarios y crecimiento, porque en definitiva, la minería es buena palabra”.
Hugo Tornaghi, presidente de la Cámara de Comercio de San Rafael, también mostró su apoyo al proyecto de desarrollar la minería del cobre en el vecino Malargüe. Sin embargo aclaró que debe ser con todos los cuidados necesarios para que la actividad pueda llevarse a cabo sin complicaciones ambientales.
“Esto de diversificar la matriz productiva me tiene cansado, porque ya está bastante diversificada. Pero si creo que la minería no puede ser mala palabra. Hay que animarse a desarrollar una actividad que puede ayudar mucho a Mendoza. Por supuesto que tienen que estar todos los cuidados y controles necesarios, pero no podemos seguir como estamos”, sostuvo el titular de la Cámara y además bodeguero.
Tornaghi aprovechó la oportunidad para enviar un mensaje, fuerte y claro, a Casa de Gobierno y, en realidad, a toda la clase dirigente, sobre tener una mirada más federal porque “a la vista está que el desarrollo estratégico de Mendoza pasa por el Sur. Es tiempo que empiecen a mirar más al sur mendocino”, recalcó.
Miedo a la 7722
Así como apoyan la propuesta del Gobierno para atraer inversores que exploten el cobre en Malargüe, Carlos Monjo sacó a relucir el temor a que la norma que regula la actividad minera metalífera en Mendoza, sea una barrera que impida la realización de los proyectos.
“En mi opinión personal, no de la Cámara, no sé si va a ser el despegue de la actividad, porque la ley 7722, que aún sigue sin reglamentarse, tiene dos artículos que son realmente muy prohibitivos de la actividad”.
“Espero que puedan venir capitales tentados por esta nueva posibilidad de hacer minería. Con estos movimientos que está haciendo el gobernador que son muy positivos, espero que se cambie la opinión que tiene el inversor, que tiene el capital de riesgo, porque es mucho riesgo hacer exploración en alta cordillera, y podamos aparecer en el mapa de futuras de inversiones”, subrayó Monjo.