15 de febrero de 2025 - 00:00

Ana Paula Bartolucci: "La cosecha se adelantó pero logramos una calidad excepcional"

La Chef de Cave de Chandon asegura que ya tienen el 80% de la producción en la bodega. Sostiene que hay oportunidades en el mercado interno y externo para los espumantes.

La vendimia 2025 avanza a un ritmo acelerado y Ana Paula Bartolucci, la Chef de Cave de Chandon Argentina, confirma la tendencia: “Este año arrancamos el 21 de enero y ya tenemos el 80% de la uva ingresada”. Con viñedos en Maipú, Barrancas y el Valle de Uco, la bodega se acerca al final de una cosecha marcada por la sanidad óptima de la uva y perfiles de vino que prometen frescura y equilibrio. En esta entrevista, Bartolucchi habla sobre la vendimia, el mercado de espumantes y los planes de exportación de la marca. Además recuerda a Onofre Arcos el primer Chef de Cave de Chandon en Argentina quien falleció esta semana.

-¿Cómo viene esta cosecha? ¿Se adelantó?

-Sí, viene una cosecha adelantada. En comparación con el año pasado, comenzamos solo tres días antes, pero en general, la vendimia se ha adelantado entre una semana y diez días en casi todos los sectores de Mendoza. Este año arrancamos el 21 de enero, iniciando en la zona norte y este, como Maipú y Barrancas. Luego avanzamos en la base del Valle de Uco, alrededor de los 1.200 metros sobre el nivel del mar, donde tenemos la mayor cantidad de uva por ingresar. Actualmente nos quedan unos 40.000 quintales por cosechar, principalmente en las zonas de mayor altura del Valle de Uco, en viñedos propios además de algunos productores de la región.

-O sea que están cerca de terminar…

-Sí, increíblemente estamos en la recta final. Todas las mañanas nos reunimos a las 10 para organizar el ingreso del día, y me gusta ir marcando la evolución. No pensé que en la cuarta semana de cosecha ya tendríamos ingresado el 80% de la uva. Lo que queda se repartirá entre esta semana y la siguiente, pero con volúmenes diarios mucho menores.

-¿Cómo estás viendo los primeros caldos? ¿Qué te “dicen” las fermentaciones?

-Por suerte, haber comenzado temprano con las bases para espumantes nos permitió recibir uvas de excelente calidad. No hemos detectado problemas de botrytis ni oídio, al contrario, la sanidad ha sido óptima. Hasta ahora, tenemos unas 20 piletas con fermentación terminada, y los vinos muestran perfiles muy frutados, con equilibrios distintos a los del año pasado. En cuanto a acidez, pH y graduación, se asemejan más a cosechas de años anteriores, lo que nos alegra, porque recuperamos esa frescura tan característica, especialmente en las bases para espumantes.

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-¿Cuáles son los objetivos que se plantean este año en términos de productos para Chandon?

-Nuestro gran objetivo en vendimia siempre es lograr espumantes intensos y aromáticos, que aporten riqueza en boca y una textura agradable para el consumidor. Esa búsqueda es clave en cada cosecha. A partir de ahí, trabajamos en el desarrollo de aromas y perfiles que refuercen la identidad de cada producto.

En cuanto al portafolio, mantenemos el mismo enfoque. A fines del año pasado lanzamos Delice Rosé, y ahora el desafío es consolidar estas nuevas variedades, asegurando consistencia y personalidad en cada etiqueta.

-¿Cómo ves el mercado de espumantes, tanto en Argentina como a nivel internacional?

-El consumo interno cerró 2024 con un balance mejor de lo esperado. Fue un año difícil para la industria en general, no solo para los espumosos, pero finalmente las cifras no fueron tan negativas como se preveía a mitad de año. Dentro de nuestro portafolio, seguimos apostando a los productos tradicionales.

Elaborados por método Charmat, mantienen el espíritu de los clásicos, como el Chandon Extra Brut y el Chandon Rosé, que continúan firmes en el mercado. De hecho, el Extra Brut sigue siendo nuestra etiqueta más vendida, pero muy cerca le sigue Chandon Delice Blanco, que este año cumple 13 años en el mercado.

Este último ha sido un gran aprendizaje, porque es elegido principalmente por consumidores jóvenes en ciudades como Buenos Aires y Rosario, donde el consumo de espumantes está más vinculado a la vida nocturna.

Por otro lado, los tres productos más recientes—Delice Rosé, Delice Blanco y Aperitif—ya representan más del 30% del portafolio de Chandon, lo que les da un peso muy importante dentro del negocio.

-La última vez que conversamos mencionaste la posibilidad de expandir Chandon a nuevos mercados. ¿Cómo avanza ese proyecto? ¿Cómo están trabajando las exportaciones? ¿Qué están viendo en el mercado internacional?

-Actualmente seguimos exportando Garden Spritz, un negocio que viene funcionando bien desde 2021. A mediados del año pasado también comenzamos a exportar Chandon Extra Brut a Europa, principalmente a Francia y otros mercados europeos, junto con Chandon Blanc de Blancs.

Por la calidad de estos espumosos y el segmento de precios en el que se posicionan, encontramos una oportunidad de negocio muy interesante en Europa, sobre todo en mercados que están más abiertos a recibir espumosos de fuera de las denominaciones tradicionales como Champagne, Cava o Prosecco. Alemania y Austria, por ejemplo, siguen mostrando gran interés por propuestas innovadoras.

El año pasado cerramos con un crecimiento sostenido en Blanc de Blancs, y la proyección para este año es muy positiva. Planeamos continuar expandiendo su presencia en estos mercados.

-Esta semana falleció Onofre Arcos, el primer Chef de Cave de Chandon...

Sí, fue una noticia muy dolorosa. Yo comencé en Chandon con él en 2017 y trabajamos juntos durante dos años, hasta su jubilación. Pero incluso después de que dejó la bodega, siguió visitándonos y mantuvimos contacto hasta el último momento.

Si hay algo que quiero destacar de Onofre es su generosidad y humildad. Siempre estaba disponible, siempre dispuesto a ayudar. Ante cualquier duda, podías levantar el teléfono y consultarlo. Para mí, fue un gran mentor y su legado va más allá de lo enológico; su calidad humana fue enorme. Me consuela saber que mantuvimos una relación cercana hasta el final.

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