El exviceministro de Economía y director general ejecutivo de la consultora PxQ, Emmanuel Alvarez Agis, afirmó hoy que la discusión sobre las retenciones está “politizada” porque cuando Mauricio Macri las subió en 2018, el campo no hizo ni un corte de ruta y fue el gobierno de Alberto Fernández el que las bajó en 2020.
“La cuestión de discutir retenciones tiene que estar arriba de la mesa. No porque sí, sino porque tiene que haber un mecanismo para que toda la suba de precios internacionales no se la coma la gente”, dijo.
El economista señaló que a él le preocupan principalmente los precios internacionales del trigo (porque con este producto se hace el pan y las galletitas de alto consumo en Argentina) y el maíz, con el que se alimentan los pollos y los cerdos.
“El problema muy agudizado en Argentina es político, porque algunas herramientas terminan teniendo colores políticos. Esto lo vemos muy claro en la discusión pública”, dijo el economista en declaraciones a Radio Con Vos.
Según Alvarez Agis, Mauricio Macri “chocó la economía” por no aplicar un control de cambios porque esta herramienta tenía la marca del kirchnerismo y ahora Fernández corre riesgos de llegar a una “situación muy complicada” por no subir las tarifas diciendo que hacerlo es macrista.
“Con las retenciones pasa algo parecido. Después del mal trago del 2008, es una herramienta que parece estar excluida de la discusión. Pero hay entre 60 y 70 países en el mundo que cobran retenciones. Y con estos precios, uno puede tranquilo que bajo ningún punto de vista va a poner al sector en una situación complicada”, dijo.
El economista dijo que hay una queja del campo que indica que vende el trigo con un tipo de cambio de 109 pesos y paga 22% de retenciones, mientras que si quiere luego comprar dólares, el tipo de cambio que abona es de 200 pesos. “También es cierto que cuando importa una cosechadora o fertilizantes, lo hace al tipo de cambio oficial. Por eso, medir la ganancia al dólar libre es la mitad del vaso”, dijo el exfuncionario.
Sí hay cuestiones “atendibles”, según Alvarez Agis, por ejemplo en el caso específico del trigo porque este ya se exportó. Por lo tanto, el productor está empezando a comprar insumos para la próxima cosecha sin todavía haber cobrado lo que ya vendió. “Entonces, no es que el productor de trigo tiene un problema económico, porque va a ganar plata. Tiene un problema financiero. Es: ‘Estoy pagando mucho ahora y voy a ganar mucho después’”, dijo.
Alvarez Agis dijo que ahora se está empezando a charlar sobre qué va a hacer el Gobierno con las retenciones que aplica a la harina y al aceite de soja. “Pero fue este Gobierno el que las bajó a esas retenciones”, dijo. Y agregó que el Gobierno tiene dos alternativas: “O se pelea con siete exportadores de soja, de las cuales cinco son multinacionales y son de las más grandes exportadoras del mundo; o se pelea con 46 millones de personas que son las que comen pan, pollo, huevos, galletitas y fideos”.
En ese sentido, Alvarez Agis dijo que “el incentivo político y económico está bastante alineado como para que se discuta un mecanismo. Después, el mecanismo, la pericia en su diseño y en la implementación, viendo si es transitorio, permanente y en qué lugar específico de la cadena de distribución, me parece que ahí se juega el éxito económico y político de la medida”.
“Por eso, estos rumores y esto de que uno no entiende cuál es el final del camino, no ayuda. Ahora, que el campo diga que va a entrar en pie de guerra con retenciones del 12% cuando en 2015 pagaba 22% o cuando en 2018 Macri las subió y no hubo ni un corte de ruta, me parece que muestra lo politizado que está el asunto”, dijo Alvarez Agis.
El economista dijo que él no cree que se deba subir las retenciones al trigo si Rusia no hubiese invadido a Ucrania. “El problema es que la invadió. Ucrania ahora tendría que estar cosechando trigo y le están cayendo bombas en sus campos”, señaló.
“El problema interno ahora es que el campo dice: ‘si me suben las retenciones ahora no me las bajan más’. El Gobierno tendría que ser lo suficientemente inteligente como para transmitir y confirmar que se está en una situación extraordinaria. El mundo está hablando de una crisis alimentaria. Esto no es lo que se le ocurrió a la Argentina”, dijo.
“Como sector económico, el campo puede decir legítimamente: bueno, okey, no me gusta, pero cuando el precio vuelva a bajar 20% en dólares, bájame la retención porque sino me cobrás extraordinario pero después se vuelve permanente”, concluyó.