Alimentación saludable, un negocio que creció durante la cuarentena

Consumo. Las primeras semanas, la facturación trepó. Luego se fue estabilizando y ahora se ubica en los niveles pre-pandemia. Los gimnasios, en cambio, trabajan a 30%

Alimentación saludable, un negocio que creció durante la cuarentena
Vida sana. Se conoce que la alimentación adecuada es clave para el sistema inmunológico. Foto: José Gutiérrez.

La aparición de un virus, para el que no hay hasta ahora un tratamiento efectivo ni vacuna, hizo que muchas personas apostaran a fortalecer su sistema inmunológico. Como sucedió con el rubro alimentos en general, el que ofrece opciones saludables y de medicina natural creció exponencialmente las primeras semanas de la cuarentena. Y se mantuvo en alza por la mayor disponibilidad de tiempo para cocinar y porque varios optaron por cambiar sus hábitos. Recién ahora estarían volviendo a los niveles normales de ventas.

Andrés Acquaro trabaja en Mística Natural, un comercio de alimentos y medicina ubicado en el Barrio Bancario de Godoy Cruz. Comentó que ha notado bastante aumento en el flujo de personas que se acercaron al local a partir de la pandemia -entre los que un número considerable no eran clientes habituales-, interesados en la producción local de alimentos como panificados con masa madre, probióticos y fermentos.

Pero también, por la medicina complementaria, es decir, por las plantas que fortalecen el sistema inmunológico. Así, detalla que muchos se inclinaron por la tintura madre de equinácea y también por la plata coloidal. Y avanzada la cuarentena, empezaron a buscar más el jengibre y la cúrcuma, que ayudan en los procesos inflamatorios.

Si bien reconoció que los precios de algunos productos han subido, por lo que es difícil saber si la facturación creció, Acquaro estimó que las ventas han crecido bastante. Por un lado, porque la gente buscó fortalecerse ante la amenaza del virus y descubrió la importancia de una buena nutrición para la salud. Y, por otro, porque no podían salir de casa y se dedicaron a cocinar, por lo que empezaron a buscar distintos ingredientes.

Alejandro Roby, de Índigo, un almacén de productos orgánicos con locales en el centro y en Chacras de Coria, expresó que lo primero que se notó, en marzo, fue que se dispararon las ventas porque la gente buscó hacerse de un buen stock de alimentos ante el miedo de que hubiera faltantes de mercadería. Como el emprendimiento ya había desarrollado su tienda online, agregó, adaptarse a la pandemia les resultó más sencillo.

Por el mismo temor ante un virus desconocido también ganaron clientes nuevos, que buscaban cuidar su salud a través de la alimentación y las medicinas naturales como plantas y suplementos que favorecen que el sistema inmunológico se mantenga fuerte. Roby señala que amigos y personas conocidas, que no compraban habitualmente en Índigo, lo empezaron a llamar para consultar si hacía entregas a domicilio.

Desde ese pico inicial de ventas, la facturación ha ido cayendo hasta ubicarse ahora en los niveles normales e incluso un poco por debajo (aún no ha realizado el último informe), pero Roby reconoce que es un rubro que se ha mantenido bien, sobre todo en comparación con otros que cayeron abruptamente durante la cuarentena.

Entre los factores que fueron produciendo el descenso, enumeró la habilitación de los restaurantes, ya que el hecho de que la gente comiera en casa impactó favorablemente en las tiendas de alimentos en general. Y en el caso particular de las de productos orgánicos y naturales, el aislamiento permitió que las personas que hacía un tiempo querían modificar su alimentación tuvieran el tiempo para hacerlo.

En cambio, a medida que el miedo fue cediendo un poco, muchas personas retomaron sus hábitos alimentarios pre-pandemia. Aunque Roby señaló que también sospecha que el hecho de que numerosas familias hayan visto reducidos sus ingresos también está afectando negativamente al negocio.

Sin embargo, donde tuvieron mayor afectación fue en el Instituto de Yoga, que durante más de dos meses estuvo cerrado y si bien han retomado las clases presenciales, el protocolo los obliga a tener un número menor de asistentes.

“El balance general para el sector es positivo. No nos está yendo súper bien, pero sí mucho mejor que otros que tuvieron que cerrar”, afirmó Roby, aunque aclaró que la evolución futura dependerá de lo que ocurra en la economía en general y cómo se traduzca en el nivel adquisitivo de las personas.

Noelia Berdasco cuenta que abrieron Quinoa, una dietética y almacén natural ubicado en la Sexta Sección, en noviembre del año pasado. Apenas unos meses después, la cuarentena los obligó a cerrar e implementar la venta por Internet hasta que, una vez que permitieron la reapertura de los comercios, la gente comenzó de a poco a animarse a volver al local.

Pese a que todo esto podría haber tenido un efecto muy negativo, indicó que las personas se están volcando a una alimentación más natural y que esto se nota en un incremento tanto en las ventas como en el interés. Señaló también que, en los primeros días de aislamiento, por la incertidumbre y la preocupación porque hubiera faltantes, se vendió mucho, pero con el tiempo se fue normalizando.

Los clientes, detalló Berdasco, llegan buscando alimentos orgánicos, vitaminas y suplementos para elevar las defensas. También ha notado un aumento en la adquisición de productos veganos, como un modo de mejorar la calidad de vida sin afectar al medio ambiente.

Pese a que en las últimas semanas han registrado una disminución, que atribuye a una mezcla de la crisis económica y que ya no hay miedo a que haya desabastecimiento, la comerciante señaló que están dentro de los valores normales de ventas.

Gimnasios a 30%

Otro sector muy ligado a la vida saludable es el de los gimnasios y, en general, propuestas para realizar actividad física. Sin embargo, a diferencia de lo que sucedió con los alimentos, estos espacios recién pudieron abrir a principios de junio, aunque se había permitido la actividad profesional, de los profesores matriculados, de modo individual, unas semanas antes.

Silvana Caponi, presidente del Colegio Profesional de Educación Física, indicó que los gimnasios están trabajando con un 30% de la actividad que tenían antes de la cuarentena. Pero destacó que la gente ha vuelto y que no hay antecedentes en la provincia de que se hayan producido contagios en estos espacios, lo que muestra que se está respetando el protocolo.

De todos modos, reconoció que hay profesionales que se han quedado sin trabajo, porque ante la menor demanda en muchos casos los mismos dueños están atendiendo los gimnasios. Por otra parte, las medidas para evitar contagios hacen que, si antes en una clase de baile había 20 personas, hoy haya sólo 7. Y se suman las restricciones de salida según la terminación del DNI y que los mayores de 60 no pueden asistir.

De hecho, Caponi trabaja con muchos adultos mayores, que le dicen constantemente que necesitan actividad física, ya que estaban habituados a acudir a un gimnasio. Ahora, la única opción es que tomen clases virtuales o personalizadas en domicilio (aunque el valor es otro y no todos pueden). “Está difícil, pero al menos podemos trabajar”, planteó.

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