La empresa Aerolíneas Argentinas recorta en mayo un 20% los vuelos de cabotaje, una medida que se suma al levantamiento ya anunciado de la ruta internacional Buenos Aires-Nueva York que culminará en agosto. En Mendoza, sólo reducirá dos frecuencias en la ruta con Buenos Aires (de 58 a 56 semanales el mes que viene), pero a partir de junio sube a 63 semanales.
Desde la empresa indicaron a Los Andes que “el ajuste de la programación estuvo cerca del 18%, en relación al mismo periodo del año pasado. Esta modificación se debe a un cambio en la política comercial de la aerolínea: en vez de sostener la oferta durante la temporada baja y, por ende, los costos variables, se optó por adaptarla a la demanda proyectada. Esto resulta en una importante reducción de costos y en un aumento de eficiencia de la flota. Aún con esta reducción en la oferta de asientos, hasta ahora, el volumen de pasajeros se mantuvo en niveles similares a los del año pasado”.
Pero, para las fuentes gremiales, según indica Clarín, el ajuste es pronunciado: la cancelación de vuelos y frecuencias equivalen a 31% de lo que se había planificado en enero para este mes de mayo, momento en que Fabián Lombardo acababa de asumir como presidente de la compañía, en reemplazo del camporista Pablo Ceriani.
Las razones de Aerolíneas Argentinas para levantar vuelos de cabotaje
Por un lado, se produjo una caída de la demanda interna por la recesión. Pero Lombardo, quien había formado parte de la conducción de Ceriani en los cuatro años previos, también comunicó a su gente que quiere aplicar un criterio más propio de una línea aérea comercial y dejar de volar rutas con pocos pasajeros.
Lombardo envió el lunes pasado una carta a los 12 mil empleados. “La realidad inobjetable es que la empresa no logró resolver sus problemas estructurales y sostiene, desde hace más de una década, un déficit operativo profundo”, sostuvo el ejecutivo.
Por ello, “en un contexto en el que muchos argentinos están haciendo un gran esfuerzo por salir adelante, cada centavo que se aporta desde el Estado para que Aerolíneas subsista tiene que ser y va a ser cuestionado. Esto nos obligará a todos, y a mí en particular, a tomar decisiones difíciles”.
Lombardo vaticinó que si las cosas salen bien y logran bajar el déficit a la mitad durante 2024, “será el mejor resultado en los últimos siete años”. En aquel momento, el déficit era de USD 157 millones.
“Todo esto lo estamos haciendo para maximizar nuestros resultados. Pero tenemos por delante un desafío enorme. La industria aeronáutica cambió dramáticamente durante la última década y, después de la pandemia, de manera todavía más vertiginosa. Y no sólo la industria cambió, también cambió nuestro país”, agregó Lombardo en el escrito.
“En este contexto, les pido que confíen en la información que reciban de sus superiores y desde los canales de comunicación oficiales de la compañía. Pero por sobre todo, los invito a pensar en esta etapa como una oportunidad de poner en valor nuestra experiencia y nuestra historia, para demostrar por qué Aerolíneas Argentinas tiene que seguir siendo protagonista del desarrollo económico y aeronáutico de nuestro país”, cerró.