A horas de que una nueva misión del Fondo Monetario Internacional (FMI) llegue a la Argentina para negociar el pago de u$s 44.000 millones, en varios de los despachos oficiales comenzó a circular un documento que critica desde la toma de esa deuda hasta la forma en que se fueron sucediendo varios hechos.
El paper, que apunta al Gobierno de Mauricio Macri -por haber tomado ese dinero, por el uso que se le dio, y por los malos resultados obtenidos-, también le pega al organismo internacional por la postura que tomó ante determinadas situaciones.
Uno de los puntos que se discute es el plan de desembolsos rediseñado para 2019, que “se duplicaron hasta alcanzar los u$s 22,8 mil millones”.
“En parte el rediseño del plan se hizo porque el peso se depreció más rápido de lo esperado. A cambio de la ampliación la Argentina se comprometió a acelerarla consolidación fiscal y a adoptar un sistema de bandas cambiarias con una política monetaria basada en la expansión nula de la base monetaria”, sostiene el trabajo.
Pese a esto, el informa oficial destaca que la economía argentina continuó mostrando cifras negativas. “El peso siguió depreciándose y subió la inflación y las expectativas de inflación. Aumentó la recesión económica. El PBI cayó 4% en el segundo trimestre de 2018 impulsado por la sequía que afectó a la producción agrícola, la volatilidad macro y la política macroeconómica más estricta”, apunta el trabajo.
A raíz de esto, dice el paper de cinco páginas, en el borrador del Presupuesto 2019 se vio cómo ese equilibrio fiscal se buscó a través de la introducción de retenciones para todas las exportaciones, el incremento en el impuesto a los bienes personales, la reducción de subsidios energéticos y la reducción de gastos de capital.
Otros de los puntos donde se hace centro es el manejo del tipo de cambio. En este sentido, se arma que “en diciembre de 2018 se completó la segunda revisión. Si bien el tipo de cambio estaba estabilizado en el límite inferior de la banda, la actividad económica se contrajo en todos los trimestres de 2018, en parte por la sequía y la contracción agrícola. En febrero de 2019 la inflación ascendió a 3,8% mensual y la inflación anual alcanzó 51,3%. En contexto recesivo se contrajo aún más la política monetaria”.
Así, en marzo de 2019 el FMI permitió al BCRA vender hasta u$s 9,6 mil millones de reservas para mantener controlado el tipo de cambio
