Si analizamos la política económica implementada por el Gobierno nacional con el sector del campo, podemos inferir cuál será el camino que se seguirá con los distintos sectores de la economía: crecimiento de la renta financiera y acumulación de riqueza en los sectores más ricos, en desmedro de los más postergados y de las/os trabajadores.
Para ello, se hace necesario aliviar a sectores como el campo (en especial la Pampa Húmeda) de cargas impositivas (retenciones) y bajar el costo de la mano de obra mediante la precarización y la ausencia de control por parte del Estado, en complicidad en este caso con la Unión Argentina de Trabajadores Rurales y Estibadores (Uatre) y algunas entidades agropecuarias.
Nuestro Presidente habla de “Pobreza Cero” o “Empleo de Calidad”; su ministro de Trabajo, Empleo y Seguridad Social (Mteyss), Jorge Triaca, de “Intencionalidad política cuando se habla de despidos masivos”; el jefe de Gabinete, Marcos Peña, expresa: “No habrá más despidos en el Estado nacional”.
Sin embargo, en casi todos los medios de comunicación (incluyendo las redes sociales) se evidencia el desmembramiento y cierre del Registro Nacional de Trabajadores y Empleadores Agrarios (Renatea), organismo creado en 2011, que tiene entre sus funciones registrar a las/os trabajadores agrarios, controlar sus condiciones laborales y denunciar la explotación en el sector, entre otras.
En estos últimos 3 años el organismo fiscalizó cerca de 1.800 establecimientos rurales, registró casi 12.000 empleadoras/es y 155.000 trabajadoras/es, denunciando más de mil casos de explotación infantil, datos que lo alejan absolutamente de ser catalogado como un organismo de “ñoquis” al servicio del gobierno anterior. En este desmembramiento y cierre, el gobierno de Macri dejará sin trabajo a 1.200 personas de planta permanente en todo el país.
Según el Mteyss, ellos mismos serán quienes aseguren y garanticen el cumplimiento de la Ley 26.727 (Ley de Trabajo Agrario). Lo que no dice es cómo lo hará, con qué personal y estructura en todo el territorio nacional, aunque ronda la idea de volver a instalar el antiguo Renatre (institución anquilosada, integrada por la misma patronal y la Uatre) reeditando lo que fue la famosa pata gremial de la Sociedad Rural Argentina y sus socios.
Esta política económica, sin dudas logrará:
1. Aumentar el desempleo en el campo y regular el mercado laboral por medio de la desocupación y la pauperización de las condiciones del trabajo, que atentan en muchos casos contra la dignidad de las personas y sus familias.
2. Bajar los costos laborales, trasladando renta desde el sector trabajador al patronal, aumentando la brecha existente entre ambos.
3. Desarraigar a las familias del campo, provocando migraciones masivas a la ciudad y aumentando el desequilibrio territorial y social de nuestro país.
4. Retroceder 20 años en lo que hace a formalización y reconocimiento de derechos de las/os trabajadores agrarios.
5. Profundizar las brechas territoriales y sociales entre las/os argentinos que sigan viviendo en sectores rurales.
Como sostenemos arriba, con estas acciones implementadas para el sector del campo, el presidente Macri está mostrando cuál será su política en economía y quiénes sus aliados para llevarla adelante. Es allí donde el sector de las/os trabajadores perderá peso en la apropiación de la renta nacional en favor de los mismos grupos concentrados, quienes apuestan cada vez más a la renta financiera en desmedro de la producción y la genuina generación de empleo.
* Docente universitario, ex rector de la Universidad Nacional de Cuyo