La economía japonesa se desaceleró en el último trimestre del pasado año, lo que hace temer que la subida de impuestos prevista en abril pueda hacer descarrilar el proyecto del primer ministro Shinzo Abe (foto) para devolver al país a la senda del crecimiento.
El PBI de la tercera economía mundial creció 1,6% en 2013 -su mejor resultado en 3 años- pero los datos del cuarto trimestre suponen un desafío para Abe y su política económica.