En la madrugada de ayer, un hombre en estado de ebriedad provocó en San Martín un accidente de tránsito, luego escapó del lugar en su vehículo y a los pocos minutos, ya en Junín, atropelló y mató a Marianela Olmedo (21), una joven embarazada, a la que arrolló mientras iba en bicicleta a un control ginecológico.
El accidente fatal ocurrió cerca de las 6.10, en la esquina de Isidoro Busquets y Santa Fe, en La Colonia, y el conductor, Diego Molina (26), escapó también de allí, aunque un rato más tarde fue detenido en su casa, a unas pocas cuadras, donde la policía lo encontró durmiendo: "Ni la mujer podía despertarlo de la borrachera que tenía", resumió un uniformado que fue a buscarlo.
El caso fue caratulado como homicidio simple con dolo eventual (cuando hay una conducta riesgosa de parte del imputado y no hace nada para evitarlo) y es investigado por la fiscal Mónica Fernández Poblet. La imputación se basa en que los exámenes de alcoholemia realizadas a Molina durante la mañana, confirmaron el estado de ebriedad y que los testigos indicaron que iba a alta velocidad y que además no se detuvo a ayudar.
Despedida
- ¿Vos me querés? -le preguntó Marianela a su esposo, Javier Corzo (21), mientras se preparaba para salir de la casa. Era la madrugada de ayer, afuera todavía estaba oscuro y faltaban unos minutos para las 6.
- Claro que sí, te amo -respondió él y se dieron un beso cariñoso. Un rato antes, la joven había estado jugueteando con uno de sus dos pequeños hijos y más tarde, a eso de las 7, tendría turno en el centro de salud de La Colonia para un control ginecológico de rutina, debido a su quinto mes de embarazo
- Bueno, entonces me voy tranquila -agregó ella con una sonrisa y repitieron el beso. Sería el último, el de la despedida final, aunque nadie podía saberlo todavía. Marianela tomó la bicicleta y salió pedaleando desde la humilde vivienda de Isidoro Busquets y Carabajal, la casa de sus suegros, que compartían todos desde hacía cinco años, cuando Marianela y Javier se casaron.
"Se fue en bicicleta pero la verdad es que había estado dudando hasta último momento, porque generalmente tomaba el colectivo", contó en la siesta de ayer Rubén Corzo (31), cuñado de la chica fallecida.
Pero volvamos a la madrugada. faltan todavía unos minutos para las seis y mientras Marianela pedalea por Isidoro Busquets rumbo al centro de salud, a unos cinco kilómetros al norte de allí, en San Martín, Diego Molina ocasiona el primero de los accidentes, al chocar su VW Golf verde, chapa BFU 092, contra un colectivo.
"Yo venía por Tucumán, yendo para la terminal, cuando me sale en la esquina de Alvear este Golf que ni tocó los frenos", recordó José Luis Morales, chofer del interno 25 de la línea Nueva Generación: "Me pegó en la punta, hizo un trompo en la calle, nunca paró y siguió por Tucumán para el norte. Una pasajera que venía en el primer asiento alcanzó a tomarle la patente".
Algunos minutos después de eso, Marianela ya iba por Isidoro Busquets y en el cruce con Santa Fe fue arrollada por Molina, que según algunos testigos, tampoco frenó en ningún momento. "Escuché el golpe y cuando salí, vi a la chica tirada en la calle y el auto que pasaba a toda velocidad", contó un bombista de la estación de combustible ubicada en la esquina del accidente.
Con el golpe, Marianela hundió parte del capot y del parabrisas y tan fuerte resultó el impacto, que falleció en el lugar, sin que nada pudieran hacer los médicos para salvarla. La joven dejó a un esposo que no encuentra consuelo y también a dos niños, Ezequiel de casi dos años y Maximiliano de cuatro. "¿Cómo hacemos ahora para explicarles a mis sobrinos que la mamá no va a volver?", se preguntaba ayer Rubén Corzo, en la puerta de la casa familiar.
Cerca de donde estaba su tío, el mayor de los hermanitos se entretenía simplemente jugando con un palo.