El Gobierno nacional y la Confederación de Trabajadores de la Educación (Ctera) reeditaron ayer la fuerte tensión que los mantiene enfrentados ante un paro nacional docente que tuvo matices en su acatamiento en la Capital Federal y las provincias.
La medida de fuerza, a la que en Mendoza adhirió el Sindicato Único de Trabajadores de la Educación (SUTE), se inició ayer y continuará hoy en todo el país con el pedido de la reinstauración de la paritaria nacional como principal reclamo.
Por ese reclamo, los docentes representados por Ctera marcharán hoy en la Capital Federal hasta el ministerio de Educación de la Nación, para exigir a su titular Alejandro Finocchiaro que convoque a la paritaria nacional docente.
Según dijo el secretario adjunto de la Ctera, el bonaerense Roberto Baradel, la medida de fuerza se sintió fuerte en Buenos Aires, Capital Federal, Corrientes, Chaco, Santa Cruz y Tierra del Fuego. En el resto de las jurisdicciones el acatamiento fue menor.
Además de la paritaria nacional para establecer un salario mínimo para todo el país, la Confederación reclama el restablecimiento del plan “Conectar Igualdad”, por el cual el Estado nacional entregaba computadoras portátiles a los alumnos para la inclusión digital.
Eduardo López, secretario general de la Unión de Trabajadores de la Educación (UTE) porteña, dijo en conferencia junto a Baradel que el Gobierno tampoco está entregando libros del Programa Nacional de Lectura ni instrumentos para orquestas escolares.
Asimismo, los sindicalistas advirtieron que "está en riesgo" el Incentivo Docente para un millón de maestros, en el marco de ajuste fiscal que emprendió el Gobierno de Mauricio Macri para reducir el déficit y cumplir con las metas comprometidas ante el FMI.
“El Fondo de Compensación Salarial para ayudar a las provincias que no pueden pagar el salario mínimo se discontinuó: hay un proyecto nacional de deterioro de la educación pública”, afirmó López.
En la vereda de enfrente, el ministro de Educación, Alejandro Finocchiaro, disparó con munición gruesa contra la huelga de 48 horas convocada por Ctera, a la que le adjudica intencionalidades políticas y cercanía con el kirchnerismo.
La irritación oficial se disparó porque el gremio bonaerense Suteba, conducido por Baradel e integrante de Ctera, adhirió a la huelga en la provincia de Buenos Aires pese a la conciliación obligatoria dictada por el ministerio de Trabajo provincial por un conflicto jurisdiccional.
Por ello, el funcionario nacional sostuvo que la Ctera es "más peligrosa" que el líder del partido MILES, Luis D´Elía, quien recientemente generó polémica por sostener que el presidente Mauricio Macri debía ser "fusilado en Plaza de Mayo".
"Ctera y D'Elía son las dos puntas de lanza que tiene el kirchnerismo residual para tratar de dañar al Gobierno", consideró Finocchiaro, el hombre que Macri podría bendecir en 2019 para intentar arrebatarle al peronismo el bastión bonaerense de La Matanza, donde viven dos millones de personas.