El sector de la CGT que encabezan los ahora aliados Hugo Moyano y Luis Barrionuevo emitió ayer un duro pronunciamiento contra la política económica y social del Gobierno nacional que incluyó, entre otros puntos, un rechazo al tope de 15% pretendido para las próximas paritarias, como también un repudio a las reformas previsional y la postergada laboral.
En lo que puede considerarse la manifestación más crítica contra el Gobierno de Cambiemos de parte de al menos un sector cegetista que tuvo una posición dialoguista y acuerdista durante los dos primeros años de la presidencia de Mauricio Macri, el pronunciamiento también llama a elaborar “un programa básico de coincidencias sobre el modelo de país” al resto de los sectores internos de la CGT.
El documento de tres páginas resultó de la reunión seguida del tradicional asado veraniego organizado por el gastronómico en el Hotel Presidente Perón de Mar del Plata que reunió, además del ex jefe cegetista y líder camionero Moyano, a dos de los triunviros de la CGT, el barrionuevista Carlos Acuña y el moyanista Juan Carlos Schmid.
También participó el bancario mendocino Sergio Palazzo en su condición de conductor de la Corriente Sindical Federal, próxima al kirchnerismo, y el titular de La Fraternidad (maquinistas ferroviarios), Omar Maturano, a quien se menciona como el candidato de ese sector a ser secretario general de la central en lugar del triunvirato, en el segundo trimestre del año.
Como se preveía, no asistieron, los sectores dialoguistas con el Gobierno: los “gordos” de los sindicatos de servicios, incluido el tercer triunviro Héctor Daer, y los “independientes”, aún más cercanos a la Rosada, como el albañil Gerardo Martínez y el estatal UPCN Andrés Rodríguez.
Bajo el título “Quien quiera oír que oiga”, la Declaración de Mar del Plata tiene 6 puntos. El primero es un reclamo de derogación de la ley de reforma previsional sancionada en diciembre pasado, seguido de la decisión de “no acompañar” el proyecto de reforma laboral que, a su juicio, impulsó el Gobierno “en un contexto en el que la verdadera intención era la reforma previsional que conlleva la rebaja del ingreso de los sectores más desprotegidos”.
“Exigir negociaciones paritarias libres y sin topes”, es el tercer punto. Poco antes, en declaraciones periodísticas, el triunviro Schmid había dicho que “el 15% es una fantasía y no lo va a aceptar nadie”.
Los restantes puntos son, además de la convocatoria a la elaboración de un “programa básico de coincidencias”, el rechazo al mega decreto de necesidad y urgencia presidencial de hace una semana, en especial respecto de la eliminación de la inembargabilidad de las cuentas sueldo y los cambios para el uso de los fondos de la Anses a favor de “la timba financiera y el desfinanciamiento del sistema de seguridad social”.
Sobre el decreto que redujo la representatividad de la Ctera en la paritaria docente, el documento evaluó que no es posible creer “que se busca un mayor equilibrio entre los actores”, como tampoco “transparentar la defensa de los trabajadores cuando se alienta la desafiliación sindical desde el propio Estado”.