Todo marchaba perfecto. El pesado Honda Civic superó sin problemas el primer corte clasificatorio llegando hasta los cinco mejores y hasta peleó por la pole que finalmente no se dio con los 50 kilos de lastre por la victoria en La Plata. Aunque los 3 puntos del tercer puesto en la general cayeron como anillo al dedo. Incluso, en el Sprint del sábado con grilla invertida y moviendo décimo, aceleró sin entrar en roces hasta el séptimo puesto cosechando 5 unidades que lo dejaron tercero en el campeonato.
Mantenerse en la pista y continuar con la sumatoria de puntos fue la premisa de Emmanuel Cáceres al ver que ayer amaneció con cielo gris y la lluvia como amenaza permanente en el autódromo Rosendo Hernández de San Luis.
Partiendo tercero con gomas para piso mojado -antes las cambió por lisas en los minutos de box abierto-, el sanmartiniano fue detrás del poleman Humberto Krujoski y Bruno Armellini sabiendo que era el nuevo puntero del torneo a raíz del problema de Gianfranco Collino, que debió largar último al salir tarde de boxes por fallas eléctricas en su Fiat Línea.
En la primera reanudación (apenas se inició la carrera por el golpe de Emanuel Abdala), Peluche se vio superado por Augusto Scalbi. Entonces, nuestro crédito empezó a pensar más en el certamen que en el podio. Tanto es así que, en la vuelta siguiente, Antonino García también lo relegó.
El usuario de la marca japonesa se encontró con la posibilidad de recuperar lo que era suyo volviendo al tercer puesto tras aventajar al Renault Fluence que ingresó de costado en la última curva y al Ford Focus al final de la recta principal.
Con Armellini arriba por la superación a Krujoski, el auto de seguridad volvió a aparecer porque la lluvia jugó una mala pasada a Franco Crivelli al despistarse.
En el relanzamiento llegó el golpe de escena tras cumplirse la séptima vuelta. Antes de negociar la primera curva, el integrante del PSG16 Team se llevó por delante al Toyota Corolla del correntino y éste salió despedido, quedando enterrado a la vera del trazado. Cáceres siguió pero con la trompa del Honda dañada, a causa del toque.
Desde el equipo argumentaron que el acelerador del Civic quedó trabado y por eso sucedió el impacto. La escasa visibilidad también jugó en contra del ex Fórmula Renault. Camino a boxes, Krujoski dijo con bronca: “No entiendo lo que hizo. Me tiró a la m...”.
Desde boxes, la peor noticia
Tras analizarse una y otra vez la polémica maniobra, llegó la dura sanción en el undécimo giro: bandera negra y exclusión para el vehículo con el número 9 en sus laterales cuando estaba detrás del Peugeot 408 con el pace car guiando el difícil camino. El Honda quedó guardado terminando con las esperanzas de Peluche de aferrarse a la cúspide del certamen a solamente dos citas de caer el telón.
¿El castigo a Cáceres fue exagerado? Podría decirse que sí porque las condiciones del circuito eran adversas y Krujoski disminuyó la velocidad un poco antes de doblar hacia la derecha. Un “pase y siga” por boxes o segundos de recargo hubiera sido lo más justo.
No sumar puntos hizo que cayera al quinto lugar del certamen, perdiendo terreno en relación a García que ahora comanda por el segundo puesto obtenido en tierra puntana, donde Armellini cantó victoria al cumplirse el tiempo máximo establecido en el 17º giro y Luciano Farroni (escolta de su coequiper en el torneo) llegó tercero.
Costó cara la sanción mirando al título. Río Cuarto (su segunda casa) y Concepción del Uruguay serán a todo o nada para buscar el número 1 que, en este momento, se ve más lejos pero no deja de estar presente en la mente de Cáceres y los integrantes de su equipo.
Emmanuel Cáceres - Piloto del PSG16 Team: "Frené donde debía y lo toque sin intención, no se veía nada"
Se mostró apesadumbrado apenas bajó del auto. No era para menos. La exclusión lo dejaba con las manos vacías cuando el tercer puesto era negocio. “Frené donde debía y se produjo el toque, que fue sin intención. No se veía nada”, comentó Peluche sobre el incidente que protagonizó con Humberto Krujoski.
Sobre la condición de pista, el sanmartiniano declaró que “cuando salía a la recta buscaba ver algo, pero era imposible. La visibilidad era cero. No ayudó el clima; tuvimos mala suerte”.
Por último, con la humildad que lo caracteriza, Cáceres dijo: “Pido disculpas a Krujoski. Creo que me va a entender porque nadie es perfecto y, con la complicada condición climática, a cualquiera le podía pasar”.