Muy lejos de las aspiraciones de las defensas se resolvió el juicio por el crimen de Franco Pérez (23), el inocente estudiante de Educación Física que hace un año recibió un balazo en la cara al quedar en medio de una pelea de bandas en Godoy Cruz. Los acusados recibieron duras penas ayer.
Gabriel Ruiz Guzmán (34) fue condenado a 22 años de prisión como autor material del hecho, mientras que Diego Lozano (40) recibió 18 años como partícipe, al ser considerado quien manejaba el auto en el que iba el hombre que disparaba contra una moto pero que impactó en el cuerpo de la víctima, que nada tenía que ver con la pelea.
La abogada de Ruiz Guzmán pidió en los alegatos una pena de 8 años por homicidio culposo y tentativa de homicidio, explicando que su cliente no quería herir a Pérez y que fue algo accidental. La tentativa es porque buscó herir a los motociclistas con los que habían tenido una riña minutos antes.
Por su parte, el defensor del otro sospechoso solicitó la absolución e hizo declarar a su cliente, quien manifestó que "si él hubiera sabido que su amigo iba armado, no le habría permitido subir al vehículo". En la investigación también dio su versión y dijo que tomó el mando del rodado para llevar al hospital a un muchacho que quedó herido tras la pelea.
Ninguna de estas hipótesis fueron válidas para los jueces Ramiro Salinas, Marcelo Gutiérrez del Barrio y Ezequiel Crivelli que, en pleno, resolvieron condenarlos por homicidio agravado por el uso de arma de fuego y coincidieron con las penas pedidas por el fiscal Gustavo Pirrello. Arriesgaban una máxima de 33 años.
Para la parte acusadora, los imputados debieron representarse que, efectuando tiros a bordo de un auto que iba rápido, alrededor de las 20 en una zona poblada de Godoy Cruz - fue en Sarmiento y Terrada-, podían terminar hiriendo a alguien ajeno al conflicto, que fue lo que finalmente sucedió. Siendo conscientes de esto, no detuvieron su accionar.
Franco fue asesinado el 16 de diciembre del año pasado. Antes del hecho, el grupo de los condenados -eran más de dos- se había peleado a trompadas con otras personas y, persiguiendo una moto, Ruiz Guzmán realizó el disparo fatal. Ayer, tras la sentencia, este hombre pidió perdón a la familia de la víctima que, entre lágrimas, escuchó el fallo.
