Contra todos los pronósticos, y en lo que algunos consideran un efecto rebote luego de un 2014 en el que tocó fondo, el PBG (Producto Bruto Geográfico, o el conjunto de bienes y servicios que genera la economía) de Mendoza creció 3,99% durante el 2015.
Y los grandes responsables de ese repunte fueron el sector agropecuario, seguido por la industria manufacturera y la producción de petróleo.
Pero en el marco de una crisis que signó la marcha económica provincial al menos desde 2012, el último indicador dado a conocer por la Deie (Dirección de Estadísticas e Investigaciones Económicas) tiene un plus: es el más alto de la última década, que sigue al valor más bajo del período.
En términos de generación de riqueza, significa que la economía en su conjunto produjo casi $14 mil millones a valores constantes, pero creció mucho más (24%) al considerar la incidencia de la inflación: así, Mendoza en conjunto “facturó” más de $172,3 mil millones en los pasados doce meses.
El caso es que, según interpretaron desde el organismo estadístico, lo marcado de la evolución se explica en buena medida en que la provincia venía de una caída pronunciada. Según la serie estadística, había cerrado 2014 con un -3,6%.
Ese año, 7 de las 9 actividades económicas ponderadas en el cálculo del PBG sufrieron una retracción, exceptuados el rubro servicios públicos (luz, agua y gas) y los comunales y sociales.
“Veníamos de un año muy malo, por las pérdidas de cosechas en buena parte producto de las contingencias climáticas. Entendemos que la devaluación de comienzos de 2014, al igual que la de diciembre pasado, de alguna manera impactó en el Producto Bruto que, vale aclararlo, pondera la producción económica y no la rentabilidad”, explicó Eduardo Grossi, responsable del área de Estadísticas Económicas.
En sintonía con la curva del Producto Bruto total, la performance per cápita también mejoró. Concretamente, luego de los u$s 9.454 de hace dos años, en el último llegó a u$s 10.169, muy cerca del nivel registrado en 2013.
Los principales motores
A la hora de buscar explicaciones, la mirada especializada aporta otros factores.
El economista Pablo Salvador, de la Fundación Ideal, coincide en que la devaluación tuvo su efecto “pero un 4% es un valor alto, y cuando venís de un nivel muy inferior toda comparación queda sobreestimada. Hay que considerar que fue un año electoral, y hubo mucha plata del Estado volcada a la economía, algo que incluso se vio reflejado en el PBI; subió 1,5%cuando se esperaba una caída”.
Nada cambió en la composición del PBG mendocino: el sector primario conserva su histórico 10%, mientras el secundario concentra otro 25% y el terciario es el grueso (65%). Ni tampoco la incidencia en el PBI, que sigue entre el 3 y 4%.
En ese tren, los tres principales motores, agro, manufacturas y petróleo, representan 1/3 en importancia para la economía. El liderazgo fue de la actividad agropecuaria, tal vez la más castigada de los últimos años (de 7 períodos en 5 registró caídas), con un llamativo 8,3%, o más de $1.035 millones a valores constantes.
El análisis de la Deie lo atribuye a una mejor producción frutícola (121%) y olivícola (109%), aunque con una merma del 6,7% en uvas un “contrapeso” importante.
En empuje para el Producto Bruto siguió el sector manufacturas, con el 5,6% interanual. Dentro de los $2.179 millones aportados sin inflación, hay que discriminar el peso histórico del petróleo (la refinación subió 11%), sin el cual baja a 1,5%; el resto lo explica la industria vitivinícola (4,4%) y alimenticia (3,3%).
El tercer motor más importante, con 4,6%, fue la producción petrolera ($1.057 millones). El índice, en principio, había generado dudas en el seno del Ejecutivo, dado que mientras la extracción había aumentado 4%, la refinación crecía el doble: la explicación, de acuerdo a Grossi, fue un mayor ingreso de crudo desde la Cuenca Neuquina.
Sin embargo, los empresarios relativizan los números. “Compartimos eso de que 2015 fue mejor, pero no hubo incremento de nivel de actividad: la previsión de 2014 resultó mayor de lo que finalmente fue. Habíamos medido 62%, un año después era de 54% y hoy 51. La expectativa era que repuntara en este segundo semestre pero no se está dando; ahora esperamos que con la licitación de proyectos energéticos se logre”, sostuvo Julio Totero, directivo de la UIM (Unión Industrial de Mendoza), en representación de Asinmet.
Sostiene construcción
Lo que parece ralentizarse pero nunca detenerse es la construcción en 2015. Luego de involucionar un 0,3%, trepó 3,2% el año pasado.
Pese a un menor ritmo de ejecución, se destaca un dato: la Deie relevó más de 5.100 permisos otorgados para construir, con un alza de 7% en metros cuadrados aunque de menores superficies promedio, que se redujeron de 196 metros a 184.
“También se incrementaron los despachos de cemento, un producto que no puede stockearse durante mucho tiempo y por lo tanto indica consumo real”, analizó Grossi. Con todo, la construcción generó $239,2 millones, o más de $7.400 millones considerada la variación de precios.
Encuesta para medir turismo
Tiene carácter de prueba piloto y se extenderá durante todo agosto. La ETI (Encuesta de Turismo Internacional), que Indec aplica en distintos puntos de entrada y salida de turistas (los aeropuertos de Ezeiza y Newbery, y puerto de Buenos Aires entre otros), incluye ahora a Mendoza, con la Aeroestación Francisco Gabrielli como punto de toma.
Las principales variables que los técnicos de la Deie usan para encuestar a los viajeros son fundamentalmente 5: identificación de residencia, tamaño del grupo de viaje, duración de estadía (se especifican sitios visitados y tipo de alojamiento), modalidad de organización del viaje (reservas, paquetes turísticos) y el monto gastado durante el mismo.
Desde la Deie estiman que en setiembre se conocerán los primeros datos. Aunque habrá que esperar a diciembre para retomarlo, luego del cierre por 3 meses del aeropuerto.