Los reclamos ya son parte del folclore vendimial y el Carrusel es el escenario de las protestas. Sin embargo este año hubo una particularidad que no pasó desapercibida y tuvo como protagonista a Raquel Blas, de ATE.
La dirigente trató de "puto" al ministro del Interior, Rogelio Frigerio, y sus palabras no sólo no pasaron desapercibidas sino que además fueron repudiadas.
Uno de los críticos del volcabulario usado por Blas es Julián Duo Aguirre, actual coordinador del Área de Diversidad Sexual de la Municipalidad de Mendoza y Secretario General del Partido Socialista de Mendoza Capital.
A través de un comunicado, Duo Aguirre, critica a Blas por recurrir a la homofobia y discriminación como herramientas para insultar a los funcionarios nacionales y provinciales en su reclamo por los despidos del Estado y las políticas de la nueva gestión.
Este es el texto completo:
Raquel Blas: violencia, homofobia y discriminación como forma de hacer política.
El carrusel vendimial, como todos los años, es escenario citadino de nuestra fiesta mayor. También es momento de manifestaciones y protestas. Es momento de vidriera. Son nuestros minutos de fama, a nivel nacional e internacional.
Sin embargo un hecho bastante lamentable opacó la jornada del sábado. Me refiero a los incidentes de la dirigente de ATE, Raquel Blas, hacia algunos funcionarios que asistieron a los festejos vendimiales. Lo que pudo ser una manifestación de convicciones y reclamos de la clase trabajadora, terminó siendo una burda demostración de las más violentas prácticas. El diálogo y el lenguaje, las formas más humanas y civilizadas que hemos forjado para resolver nuestros conflictos y diferencias, quedaron de lado ante tironeos e insultos. Decir “puto” tiene más fuerza discursiva que un reclamo con contenido.
Repito nuevamente: hecho triste y lamentable. Y más aun cuando el reclamo busca defender con justicia la situación laboral de miles de argentinos. Ojalá el insulto fuera un hecho aislado, pero no lo es. Ya hemos sido testigos de que Blas o algunos otros “representantes” terminen manoteando entre sus más machistas y retrógradas oraciones.
Soy defensor de los reclamos justos al Estado y a nuestro sistema político. En el mismo Carrusel marché junto a cientos de mendocinos por el cuidado de nuestros recursos, de nuestra agua, en solidaridad con el pueblo de Jáchal… y aun así, como ciudadano de una sociedad que vive y cree en la Democracia, estoy convencido de que el fin no justifica los medios. Debemos ser coherentes entre lo que nos proponemos y el camino que elegimos para lograrlo. Que no nos corran por izquierda buscándole la vuelta porque es propio de los sectores más reaccionarios de la política y el sindicalismo justificar el machismo y la violencia como forma de hacer política. Es inadmisible y como sociedad mendocina, afiliados de ATE inclusive, merecemos mejores dirigentes.
Basta de seguir repitiendo modelos violentos, que marginan y que menoscaban a las personas. Basta de agresiones. Seguimos en la rueda de la discriminación que nos duele con cada hecho o palabra violenta, y más aun cuando vienen de nuestros representantes, en el marco de la demoracia. Podrán argumentar que tal vez la palabra “puto” tiene otro significado. Ser “puto” sigue siendo considerado una característica denigrante, o por lo menos decirle “puto” a alguien sigue siendo una ofensa. Eso quedó demostrado una vez más.