Duele la forma. La caída es mas dolorosa cuando no hay respuestas. Se puede perder, claro que si. Sobre todo si tu rival tiene nombres de jerarquía. Sin embargo, la derrota de ayer en tierras puntanas obedeció más a una cuestión anímica.
Estudiantes superó a Deportivo Maipú durante gran parte el encuentro y desde la vereda mendocina no llegaron signos de rebeldía. No hubo muestra alguna de querer cambiar la historia.
Y en cuanto el rival lo descubrió, se terminó de configurar una goleada que golpeó duro la intimidad del plantel.
Un gol tempranero del local en el primer tiempo, la expulsión de Víctor Benítez por una supuesta agresión y dos goles rápidos en el amanecer el complemento fueron un golpe al mentón del que nunca se recuperó el Cruzado. Ariel Barth fue el único que salvó la ropa. El resto, navegó entre la frustración.
Sin solidez defensiva, Maipú estuvo condenado de antemano frente a nombres como Cristian Núñez, Daniel Viturro y Omar Gallardo. Fueron el corazón que bombeó fútbol a Estudiantes. Uno, dos y tres toques. Todo rápido, para hacer indescifrable el recorrido del balón. Todo simple, para desarmar cualquier idea.
La zona de gestación local fue indescifrable para la visita. Imbesi perdió el duelo frente a Monay y quedó la sensación de que el segundo tiempo estuvo de más.
Si ni los cambios le funcionaron a Sperdutti. Jamás Maipú llegó a inquietar a Brasca, quien solo tuvo que responder en la primera mitad ante un tiro libre se Guerra. Antes y después, los delanteros cruzados no tuvieron peso y fueron devorados por la marca local.
Esta vez no aparecieron los referentes. Esta vez se ausentaron todos (menos Barth, ya lo dijimos). Demasiado metidos en el roce, se olvidaron que a veces hay que jugar. Ahí ganó Estudiantes. ¡Y cómo!
Carlos Sperdutti: "Sin dudas este no es el Maipú que yo quiero"
“Acá hay jugadores que como no se pongan bien físicamente, no van a jugar. No voy a desmerecer todo lo que hizo hoy Estudiantes, pero la expulsión de Benítez nos condicionó. ¿Qué vieron ustedes? El línea no había levantado la bandera y después lo llama al juez. Vamos muchachos, somos grandes”.
“Sin dudas que este no es el Maipú que quiero. Le vamos a poner el pecho y me hago cargo de la derrota. Le pido perdón a los hinchas. Nos vamos apenados. La diferencia no era de cuatro goles. Terminamos el primer tiempo dominando. Después en el segundo nos convierten muy rápido y ya no pudimos hacer nada. Tienen jugadores de mucha jerarquía, pero nosotros hoy no estuvimos a la altura” dijo el Gringo.
