Uno de los socios de la discoteca Kiss de Santa María, Río Grande do Sul, donde un incendio la madrugada del domingo dejó 235 jóvenes muertos, intentó suicidarse, informó la policía ayer.
Elissandro Sphor, que estaba detenido desde el lunes en un hospital de la región en el que está siendo atendido por intoxicación tras el incendio, intentó suicidarse con un tubo plástico de la ducha.
"Fue a ducharse, retiró la manguera de la ducha y la dispuso de manera que podría ahorcarse. Un policía se anticipó antes de que lo llevara a cabo. Era claro que quería ahorcarse", dijo la comisaria Lilian Carus, de la policía civil de Cruz Alta, el municipio en el que el socio de la discoteca está detenido, a 125 km de Santa María, en el Estado de Río Grande do Sul.
Sphor, que había inhalado el humo tóxico del incendio ya que estaba en la discoteca el domingo, comenzó a sentir síntomas de intoxicación y se dirigió a un hospital de Cruz Alta. "Cuando hubo el pedido de prisión, lo localizamos, y está detenido y custodiado por policías en el hospital", explicó la policía.
"He hablado con su médico, no está en condiciones de ser dado de alta, incluso porque está muy afectado emocionalmente", dijo.
Su médico, Paulo Vieceli, dijo al diario Folha de Sao Paulo que el socio de la discoteca llora todo el tiempo, está bajo efecto de tranquilizantes y está "destruido".
Los dos socios de la discoteca fueron detenidos, así como dos miembros de la banda que actuaba en el local, mientras la policía investiga si la discoteca cumplía normas anti incendios.
Numerosos testimonios indicaron que el incendio comenzó con un fuego de artificio prendido por el cantante. Las autoridades policiales han denunciado que el local no cumplía con normas de seguridad.
Por otra parte, la policía ha interrogado a 160 personas como parte de su investigación.
"Nos parece que esa casa no podía funcionar. Fueron hechas reformas sin fiscalización", declaró el jefe de policía Marcelo Arigony.
Según Vanessa Vasconcelos, una joven que trabajó en la discoteca hasta diciembre pasado y que perdió a su hermana en el accidente, el dueño Elissandro Sphor "pensaba que los extinguidores eran feos" y "ordenaba sacarlos".
