El juez de Faltas de San Rafael, Oscar De Diego, imputó a Luis Campi, propietario del boliche bailable Juana, en la causa que sigue por presunta violación al artículo 38 de la ordenanza municipal de Diversión Nocturna que prohíbe el ingreso de menores a los locales de ese tipo.
De continuar la acción y de encontráselo responsable de esta falta, le cabría una pena de hasta 30 días de prisión y una multa que podría llegar a los $ 3.000.
El letrado instruye una causa paralela a la penal donde hay dos detenidos que serían autores o partícipes en la agresión de la que fue víctima el joven Gastón López de 17 años quien se encuentra desde hace 10 días en estado grave en terapia intensiva del hospital Schestakow tras recibir un golpe con una botella de vino espumante en la cabeza que le provocó fractura de cráneo.
En esta faz y bajo la carátula "lesiones gravísimas" interviene el juez de Instrucción Gabriel Ravagnani quien ha imputado y detenido a Rodrigo Galán, de 20 años, y Mauricio Nieva, de 19 años, presuntos responsables de las lesiones al menor que se encontraba en el boliche junto a otros chicos posiblemente también de la misma edad.
Este magistrado investiga si hubo ocultamiento de pruebas porque las cámaras de seguridad no estaban filmando en el momento de la gresca o fueron retiradas las cintas de grabación. En tanto, desde la municipalidad se conoció que fue ordenada la clausura provisoria de este local mientras se sustancien ambas causas.
De Diego especificó que, tras distintas reuniones con propietarios de otros locales bailables mantenidas en los últimos días, se ha redactado y elevado un proyecto a la presidencia del Concejo Deliberante para modificar la ordenanza de referencia y prohibir la venta de bebidas en botellas de vidrio.
"Podrán tener las botellas en la barra pero deberán servir las bebidas en vasos plásticos y, de esta forma, prevenir situaciones como la que ahora nos ocupa", dijo.
Es de recordar que De Diego promueve esta disposición desde hace tiempo pero, cuando la hizo formalmente, la idea fue rechazada por bodegueros y propietarios de boliches por considerar que atentaba contra la industria vitivinícola y la comercialización dentro de los locales.
Ante este luctuoso hecho, la posición empresarial habría cambiado y esta modificación a la ordenanza de Diversión Nocturna sería un hecho.