Una joven catamarqueña fue encontrada ahorcada en un complejo habitacional de la localidad brasileña de Buzios, y sus familiares creen que pudo haberse tratado de un crimen, a pesar de que los investigadores consideran que existen sospechas de un suicidio.
En tanto, el marido de la mujer, un hombre de nacionalidad argentina con antecedentes penales por el crimen de su ex esposa cometido en 1998, aseguró que su esposa dejó "una carta" con los motivos por los cuales se suicidó y se desvinculó de cualquier sospecha al asegurar que en el momento de la muerte se hallaba trabajando.
El cónsul argentino en Río de Janeiro, Alejandro Suárez Hurtado, aseguró que la muerte de Luciana Farías (27 años) fue descubierta el pasado martes y que los primeros estudios médicos indican que llevaba fallecida al menos 24 horas al momento de ser encontrada.
Según explicó el diplomático, de acuerdo a los datos obtenidos por la policía local, Farías estaba radicada desde hacía un mes en ese distrito de Brasil, situado a unos 180 kilómetros de Río de Janeiro, junto a su esposo, un comerciante identificado como Pablo Fernando Angelina (49) con el que se casó en setiembre pasado.
Suárez Hurtado afirmó que los investigadores policiales de Buzios dijeron que el cuerpo de la mujer fue hallado colgado de una cuerda en una casa en la que vivía con su pareja y que, en principio, consideraron que "existe una sospecha de suicidio".