"Mamá... mamá..." fue el grito de Eduardo, cerca de las 3 de la madrugada del domingo, quien al regresar a su casa se encontró con la puerta violentada y un silencio que anticipaba una mala noticia cuando su llamado no tuvo respuesta. Su madre, Maryan Abraham Sosa, de 91 años, estaba tirada sobre el piso del dormitorio con el rostro destrozado por los golpes dados con ensañamiento y violencia.
La familia del hombre -su esposa y uno de sus hijos- no llegó a ingresar. Inmediatamente llamaron al 911 y el diálogo se extendió por varios minutos.
"Vengan porque mataron a mi madre..." habría sido el primer mensaje, cuando desde el otro lado de la línea le preguntaban "si realmente estaba muerta...". Le pidieron que le tomaran el pulso, tras lo cual el hombre sólo pudo decir "Está fría....".
A los pocos minutos a la casa de calle Montecaseros al 1800, casi Urquiza, en la 4° Sección, llegaron varios móviles y decenas de efectivos.
Eduardo, junto a su familia, debieron abandonar el lugar, buscando refugio en la cabina de un camión blanco que se encontraba estacionado en la calle y que es propiedad del hombre que se dedica al transporte.
Allí estuvieron hasta que personal de Científica terminó con sus tareas dentro de la vivienda en busca de huellas dactilares (también tomaron marcas de la suela de una zapatilla, dejada sobre la sangre en el piso). Luego el cuerpo fue trasladado hasta la morgue judicial.
Un celular
En diálogo con Los Andes, Eduardo hizo referencia a que "desde hace más de 30 años" (concretamente desde 1984), "vivimos con mi madre -a la que llamaban "Perla"- y que, por su edad, se movilizaba con la ayuda de un 'andador'".
Con relación al móvil de este hecho de sangre en el que los delincuentes después de revisar toda la casa no se llevaron nada más que un celular, el hombre dijo: "No tengo idea de por qué la mataron. Sólo puedo pensar que buscaban dinero y no había".
Además señaló que "la sorprendieron mirando televisión en el living, y de ahí, y a la rastra, la llevaron hasta el dormitorio donde la golpearon".
Una revisión más profunda permitió descubrir que los asesinos "no tocaron los remedios" y tampoco la ropa, aunque "revolvieron y tiraron todo “pero sin llevarse nada”.
Según contó la familia, hace unas semanas Maryan recibió un llamado en el cual una personas le decía: "Buscá los dólares; contalos y preparalos que voy a buscarlos", a lo que la mujer respondió "acá no tengo dólares", y cortó la conversación con un insulto.
Ayer a la tarde, la casa estaba silenciosa; una reja violentada, una puerta rota y una familia que buscaba una explicación a este brutal asesinato.
Dos sospechosos
La familia de Maryan Abraham Sosa había salido para asistir a un cumpleaños familiar y cuando retornaron se encontraron con la mujer asesinada a golpes.
Si hubo gritos o pedido de auxilio nadie lo sabe, ya que no hay vecinos en las viviendas linderas. Una cámara de seguridad de un local, ubicado en la vereda de enfrente, "no funcionaba".
Sin embargo el equipo que el Ministerio de Seguridad ubicó en la esquina de Montecaseros y Urquiza habría permitido ver a dos sujetos que, a la carrera, intentaban cambiar sus ropas.
Eso permitió que un móvil los detuviera cuando cruzaban por Montecaseros y Córdoba, desde donde fueron trasladados hasta la Comisaría 3°.
Allí tiene su sede la Oficina Fiscal N° 1, que tomó el caso que después pasará a la Fiscalía de Homicidios.