Estamos ante búsquedas artísticas disímiles: un musical trazado con boleros, un obra de humor negro, tres textos que se ciñen a la dinámica del ciclo "Cortodramas" y un drama basado en Ciudad Juárez. Sin embargo, estas seis producciones comparten espacio y tiempo, pues todas se estrenan este fin de semana en salas y teatros locales. Tal cifra materializa la vitalidad de la escena independiente que muta, se mueve y se oxigena, gracias a la faena y la sana obstinación de los creadores.
Pasen y vean, señores espectadores.
El que canta, sus desamores espanta
¿Qué hacer cuándo el amor se vuelve un nudo atragantado? Ellos (Andrea Cortez, Magdalena Lucero, Erica Gómez, María del Valle Pereyra, Marcelo Molina y Facundo Cué) dicen: cantar. Porque el que canta sus ‘desamores’ espanta.
“Amoretones”
se llama el espectáculo que traduce en escena las intenciones de este grupo de jóvenes artistas (cuatro actrices, dos músicos); y Monamono, el elenco que integran.
“No hay un tópico”, explican, en esta catarsis colectiva sino la necesidad de tomar el mic y de revivir, a viva voz, canciones de antaño: boleros, principalmente, pero tal vez también cumbia y tango. Es decir: toda lírica que se regodee en el amor y el desamor.
Y en ese transitar por los vericuetos sentimentales, advierten, cada temazo tiene su ‘coreo’.
Los boleros suenan aquí y ahora pero el escenario es un espacio sin tiempo, aunque presuma de guiños estéticos a los ‘50 (reflejados en el vestuario diseñado por Rosa Vargas). Porque, claro, el amor no tiene edad.
Estrenaron ayer, repiten el jueves 23 de mayo.
La muerte les sienta bien
Coincidencia o intención artística: cinco personas en un velorio vuelven a ser el punto de partida desde el cual Diego Alejandro Ríos calibra su tercer obra:
“El velorio de la azafata”
, de Eduardo Bonafede.
Es que el actor y director ya había indagado en estas temáticas en “La malditas”, texto de humor negro del psicólogo y dramaturgo porteño Daniel Dalmaroni que estrenó en 2011.
En “El velorio...” cinco personas de una decrépita institución (Graciela Mantovani, Martín Pereira, Mabel Rosales, David Lucero, Silvia Estrella, Agostina Michelutti) encuentran el cadáver de una ‘mujer’; descubrirán, después, que se trata de una joven azafata. Sin embargo, tal hallazgo pone en jaque sus recuerdos y certezas, sumiéndolas en un estado de confusión.
Ríos explica: “A partir de este acontecimiento no recuerdan bien quiénes son, dónde están ni qué hacen allí. La locura, el olvido y la soledad se entremezclan en un absurdo que refleja, de algún modo, la complejidad de la actualidad”.
Cortitas y al pie
Todo comenzó como un experimento dramatúrgico ideado por Longo y Manuel García Migani (poco después se sumó Vanina Corazza). “Queremos desempolvar la dramaturgia mendocina”, profesaron ellos. Entonces sentaron las reglas: a partir de premisas lanzadas por un curador, tres creadores realizarían la dramaturgia -y acaso la dirección- de una puesta en escena que no superara los 10 minutos. Toda esa faena debía resumirse en tres meses.
Así, el ciclo
“Cortodramas”
cumplió ocho ediciones y se instaló como una usina de creación de obras y montajes. “Hoy -explican ellos- el ciclo es un espacio lúdico de experimentación donde los artistas pueden correr los riesgos expresivos, ideológicos, discursivos sin estar atados a las presiones económicas que acompañan muchos procesos en obras de gran calibre”.
En esta novena edición son Fernanda González (“Una pieza del rompecabezas”), Federico Godo Giménez (“Con alguien que me ame”) y Paula San Martín (“Incierta Intimidad”) quienes suman tres nuevas obras de pequeño formato a la extensa lista ‘cortodramática’.
El leit motiv de estas producciones es el ‘Disco chart’, un ranking diseñado por Horacio Ferrer (actor y melómano).
Ciudad Juárez, ese infierno
Una temática cruda y real es la que aborda el elenco Dos Huérfanos (Marta Neme, Luciano García) en
“Tanto soñé con vos que no pude despertarme”
, su nueva producción.
Si hace dos años era el mundo de la cumbia y las fiestas rave lo que obsesionaba a García (“Cheta Nena Voodoo”), ahora es Ciudad Juárez, sus crímenes, sus muertas sin tumba, sus almitas en pena.
En ese pueblo mexicano se sitúa la trama de “Tanto soñé con vos...”: “dos mujeres se aman en silencio, mientras miles de cuerpos son devorados ante el desierto, miles de cruces se tiñen de rozado y lloran a esas niñas suplicando por ellas”.
En escena, son Neme, Natasha Sirera, Melody Moro y Julieta Ortego quienes ponen el cuerpo. Pero su presencia se potencia por el cruce entre lenguajes expresivos (proyecciones, música, instalaciones); una fusión que no es nueva para Dos Huérfanos. Juanita Arcoiris y Carlos Piscopo se encargaron de la imagen, el sonido y la fotografía; mientras que Neme, García y Ana Gudel del tratamiento escenográfico.
Pero, en todo caso, sepa señor espectador que no estará ante una obra fácil de digerir.
