El 2 de junio de 1941 llegó a Mendoza el actor Douglas Fairbanks Jr. junto a su segunda esposa, la multimillonaria Mary Lee Eppling. Una importante cantidad de público fue a recibirlo, aunque no vino a promocionar sus películas.
La trama del viaje bien podría servir para escribir las páginas de un policial, pues fue enviado por el gobierno de Estados Unidos para espiar las actividades políticas en nuestro país.
Por aquel año, la guerra en el continente europeo se hacía cada vez más intensa. La Alemania nazi dominaba gran parte de Europa y luchaba contra Gran Bretaña y sus aliados.
El océano Atlántico estaba plagado de submarinos germanos que hundían a los barcos mercantes aliados. En Argentina la situación era otra: el conflicto estaba muy lejos y sólo algunos simpatizantes de los aliados o los alemanes, discutían en los cafés.
Yo soy espía
Al llegar a Capital Federal, a fines de mayo de 1941, Fairbanks se entrevistó con el vicepresidente de la Nación Ramón Castillo, en ejercicio como primer mandatario. El actor venía en una misión diplomática que Franklin D. Roosevelt le había encomendado.
En los pocos días que estuvo en Buenos Aires se relacionó con dirigentes de partidos políticos pro-aliados, militares, grupos económicos y algunos miembros de asociaciones culturales. Entre las conversaciones, Fairbanks observaba y anotaba en su diario cuáles eran las intenciones de los argentinos, en el marco de la Guerra Mundial.
Una misión de treinta minutos
Cuenta la crónica de Los Andes: "En épocas en que la diplomacia ha perdido su sentido primitivo como instrumento de unión e inteligencia entre los pueblos, para trocarse en uno de tantos resortes bélicos que emplea el aparato estatal de determinados países europeos, llegó no hace tantos días a nuestra metrópoli un emisario desceñido de toda misión coercitiva y, por el contrario, encargado de trasladar hasta nuestro país las seguridades de una buena amistad y colaboración de parte de una gran nación del norte del continente. Douglas Fairbanks, enviado especial del presidente Roosevelt, a quien nos referimos, pasó ayer por nuestra provincia prosiguiendo con su cometido. En la capital del país, como en otras capitales americanas, ha desarrollado una actividad verdaderamente febril, ya que se ha puesto en contacto con instituciones políticas, económicas y culturales para sondear en cada una de sus órbitas de influencia y estudiar sus características, material éste que luego ha de reunir para elevar un informe integral, en la medida de lo posible, al primer mandatario estadounidense.
La llegada del ídolo
"A las 15.30, hora en que estaba anunciado, llegó al aeropuerto de 'Los Tamarindos' el avión de servicio de la Panagra, contando entre sus pasajeros a Douglas Fairbanks. Viajaban también con él su esposa, Mary Fairbanks; el señor Edward Hutchinson Robbins y la esposa de éste, Loise Robbins.
"Además de una apreciable cantidad de público que se mostró ansiosa de conocer de cerca al cotizado galán cinematográfico, esperó al actor una delegación del Centro de Bodegueros de ésta, integrada por César Giannini, Heriberto Gibson, Julio Benzadon, Andrés Filippini y K.C. Crosby. Al ser avistado por la portezuela de la aeronave, el destacado comediante llegó saludado por la comisión nombrada, en tanto que el público se ubicó en derredor, sin que, como habitualmente ocurre en casos similares, tuviera lugar la clásica escena de pedido de autógrafos. Sin duda la investidura diplomática del viajero obró un tanto en esta actitud, pero bien pronto la cordialidad del astro dio pábulo para que el grupo se agrandara en torno suyo y menudearan los requerimientos.
La misión
"Fluidamente, con gran claridad mental y visiblemente compenetrado de los alcances de su misión, nos habla en un aparte Douglas Fairbanks acerca de los orígenes de su gestión y de su ulterior desarrollo:
-Hay algo evidente en la política (norte)americana de estos últimos tiempos: Estados Unidos tiende a conocer íntegramente la realidad de América través de su propia vida y de la de las naciones que integran el continente. Este hecho explica el creciente interés de mi país por los de la América del Sur. Existe una urgencia inmediata de conocimiento mutuo, de acercamiento, de comprensión. Entendiéndolo así es que periódicamente han visitado estas repúblicas emisarios de diversas índoles de Estados Unidos. De este modo hemos creído que llenábamos nuestra misión, ya que al mismo tiempo que los enviados de mi nación se ponían en contacto directo con las fuerzas más representativas de Sud América, cada uno de los países que la integran podían conocer también más de cerca las modalidades de nuestros hombres y de nuestro país. Por otra parte, si Estados Unidos ha mantenido una vinculación económica ponderable con las naciones latinas, entiéndase que esa misma política debe imperar en el campo cultural, combinando e intercambiando todas las conquistas de esta índole. No es ajeno a esta idea el presidente Roosevelt, quien tiene la firme convicción de que este trasegar de acerbos culturales puede convertirse en el vehículo más firme para el progresivo afianzamiento de la unidad americana. La 'gira' que actualmente realizo me ha llevado al convencimiento de que tanto en Estados Unidos como en el resto de los países de este continente la vinculación cultural se ha dirigido más a Europa que a su órbita natural: América. Es debido a ello que acentos sustanciales de nuestra cultura son desconocidos entre nuestros pueblos mismos, previendo de ello errores de información y de aquilatamiento. Por esas razones, mi gestión, como la de los que me han precedido, consiste en buscar los más amplios caminos de conocimiento y de comprensión.
Concepto acerca de Argentina
"Con visible interés, entusiasmado por momentos, el destacado comediante expresa sus impresiones acerca de su estada en la Argentina: -Al abandonar -nos dice-, quiero poner de relieve la magnífica impresión que me llevo de ella. Mi gestión ha sido facilitada en todo momento, pudiendo de este modo llenar plenamente los objetivos de mi viaje, destacar que he podido reafirmar los conceptos elogiosos que poseía sobre la riqueza material y espiritual de este país, convencimiento éste que he experimentado a través de mis conferencias con el presidente de la República, Dr. Castillo, altos funcionarios, entidades culturales, y asociaciones de diversa índole, como así también por mi propia cuenta al visitar diferentes zonas y establecimientos. En el terreno político, he conferenciado con los representantes de los dos partidos de mayor arraigo popular; compulsa ésta que me ha dejado sumamente satisfecho y me ha sugerido una serie de conceptos favorables al acercamiento entre la Argentina y Estados Unidos, acercamiento que abarca toda manifestación. Por todo ello, creo que me llevo elementos de gran valor.
Su actividad próxima
Es indudable que Douglas Fairbanks ha puesto extraordinario empeño en su cometido, olvidando completamente todo aquello que no se refiera a su misión. Por ello, durante nuestra entrevista evacuó ampliamente nuestro interrogatorio sobre el particular. Al llevarle al terreno de su próxima actividad artística, se torna parco limitándose a decirnos lo siguiente:
- No puedo, ciertamente, hablar de mi próxima actividad cinematográfica. En la actualidad tengo un contrato para interpretar una película que ha de ser versión de una novela de Alejandro Dumas, pero los graves momentos internacionales de la hora, que afectan tan de cerca a mi país, ponen limitación a cualquier propósito mío. No puedo olvidar que, ante todo, soy oficial de la marina de Estados Unidos...
Pocos instantes después el avión levantó vuelo rumbo a Santiago de Chile".
