Dos robos seguidos a un jardín que da de comer a cien niños

Está en un barrio humilde de Palmira. Ladrones entraron el lunes y también ayer. Se llevaron casi todo. “Acá comen los hijos de esa gente”, se quejó la directora.

Dos robos seguidos a un jardín que da de comer a cien niños
Dos robos seguidos a un jardín que da de comer a cien niños

Con el esfuerzo de la mayoría de los vecinos y la ayuda municipal, en los últimos 15 años el Ramonoff dejó de ser un asentamiento de casas de caña levantado en las afueras de Palmira, para convertirse en un barrio humilde pero mejor organizado, donde hoy viven unas 270 familias.

Allí también funciona desde hace tiempo el jardín maternal 'Tren de colores', un espacio de contención para un centenar de niños de hasta 14 años, que asisten a diario y que reciben el desayuno, el almuerzo y también la merienda.

Pese a la importante tarea social que el jardincito realiza con los niños del barrio, el lugar ha sido robado y desvalijado en distintas oportunidades y así, los ladrones se han llevado desde el televisor o el equipo de música, pasando por la comida y hasta los rollos de membrana para los techos de una ampliación que se construye junto al edificio.

Pero esta semana la inseguridad superó los límites y los delincuentes, señalados por los vecinos como "gente del barrio", entraron al jardín dos noches seguidas y se llevaron todo lo que encontraron; la segunda vez, dejaron a mitad del salón una heladera que venían arrastrando desde la cocina, porque tuvieron que escapar ante un llamado que recibió la Policía. Hay un detenido, mayor de edad, de nombre

Sebastián Amaya que habría actuado en compañía de otros tres delincuentes.

"La verdad es que no se entiende por qué se la agarran con el jardincito, siendo que acá comen los hijos o los hermanos de esta gente que nos roba", dijo Nancy Sosa, directora del lugar al que asiste un centenar de niños de entre uno y 14 años.

La primera de esas noches fue la madrugada del lunes, entraron por una ventana y se llevaron los elementos de la cocina: ollas, platos cubiertos y también la comida. Ese día los chicos se quedaron sin comer; pero los ladrones volvieron en la madrugada de ayer y más envalentonados, directamente abrieron con una barreta la puerta de ingreso. Iban por el resto de las cosas, los calefactores, el calefón, la cocina y la heladera.

Algún vecino escuchó ruidos y esta vez hubo un llamado a la comisaría 28, que enseguida envió un móvil y logró detener a uno de los delincuentes, Sebastián Amaya, que fue sorprendido arrastrando la heladera desde la cocina. Ahora, la Policía busca dar con sus cómplices.

"Son demasiados robos para un lugar que atiende una necesidad de esta comunidad. Si esto no para, si los mismos vecinos no se encargan de cuidar lo que es de ellos, tal vez nos llevemos el jardincito a otro barrio porque acá también está en peligro la seguridad de las maestras", dijo Nélida Negri, directora de Familia de la comuna.

"Los ladrones son del barrio, unos imbéciles que ni siquiera cuidan lo nuestro; acá hay dos o tres familias muy bravas pero nadie las denuncia porque somos nosotros los que tenemos que seguir viviendo y ellos amenazan con lastimarte los pibes", contó una vecina, que no quiso dar su nombre.

Ni la directora, las docentes, ni tampoco la delegación municipal tienen idea de cuándo volverá a abrir el jardín maternal 'Tren de colores' y no solo es porque los delincuentes se llevaron todos los elementos para cocinar, sino porque en el intento de robo del calefón, los calefactores y la cocina destruyeron las instalaciones de agua y gas. Ayer, las maestras pasaron la mañana trapeando los pisos por el agua de las cañerías rotas que lo habían inundado todo.

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