Una familia que dice ser la propietaria de un terreno ubicado en las cercanías del barrio Dalvian llevó adelante una denuncia penal en contra de esa empresa tras el episodio ocurrido el miércoles por la tarde.
Hilda Percara (60), dueña del vivero que funciona en la esquina de Regalado Olguín y Champagnat, aseguró que ese día, a las 4 de la tarde, llegaron unos agrimensores en nombre de la firma que, acompañados por guardias de seguridad privada y un escribano, ordenaron derribar con una topadora el cierre perimetral de las tierras que, según reitera, pertenecían a su marido fallecido hace 15 años, Ricardo Dumit.
“Vinieron inclusive con un dron y quisieron instalar una garita de seguridad”, denunció la mujer. Según ella, esta porción de tierra, motivo de un litigio que ahora deberá ser resuelto por la Justicia, se extiende sobre unas 3 hectáreas situadas a unos 500 metros al sur de Regalado Olguín hasta calle Aeroparque. “El terreno es posesión veinteañal de nuestra familia y ahora estamos tramitando el título supletorio”, aseguró.
Percara agregó que cuando vio avanzar la topadora se puso enfrente del vehículo para detenerlo. “En eso vinieron unos chicos que estaban cerca y me ayudaron a corregir el alambrado”, relató.
La mujer confesó que decidió hacer pública su denuncia porque además dijo haber sido agredida por el gerente general de Dalvian en medio de una discusión entre éste y su actual esposo.
“Cuando vieron que nos oponíamos (a su accionar) para defender lo nuestro, vino el señor Julio Cortez muy enojado, insultó a mi esposo, nos amenazó y lo tiró al piso. En el momento que me interpuse ligué un golpe. Mientras tanto, rompieron el alambrado y se introdujeron en el terreno”, detalla la mujer, y agrega que la calma volvió una vez que intervino un agente de seguridad.
Tras el incidente, realizó la denuncia por usurpación de tierras en la Fiscalía N° 2, ubicada en el barrio Cano. De inmediato, el juez dio la orden de “no innovar”. Esto significa que ninguna de las dos partes involucradas puede realizar modificaciones en el terreno hasta tanto se determine a quién pertenece legítimamente. Mientras tanto, la familia encarará ahora una causa penal por usurpación.
Consultado por Los Andes, Cortez aclaró que los terrenos pertenecen a Dalvian SA desde hace años y que efectivamente el miércoles desde la firma se acercaron al lugar para realizar las correspondientes mediciones.
“Tenemos plano, escritura y mensura aprobada en la Dirección General de Catastro”, detalló Cortez, y respondió a las acusaciones de Percara aclarando que “a la señora se le explicó que tenemos posesión sobre esas tierras”. Y relató que “ellos vinieron a agredirme y a amenazarme con un cuchillo. Además, me rompieron una cubierta de la camioneta”, dijo, y aclaró que por este tema existe una causa en la Fiscalía de Delitos Complejos.
