Hace una semana se anunciaba oficialmente una mayor rigurosidad en los controles aduaneros al retornar al país, desde Chile.
Sin embargo esa advertencia al parecer no fue tenida en cuenta por cuatro personas, dos de ellas con el uniforme de la policía de Mendoza, ya que este fin de semana fueron descubiertos "pasando" mercadería de un vehículo particular a otro, perteneciente a fuerza policial.
El procedimiento se concretó cuando un móvil de Gendarmería Nacional con asiento en Punta de Vacas, mientras recorría la Ruta 7, a la altura del kilómetro 1231, en las inmediaciones del túnel 14, observó a dos vehículos estacionados y a sus ocupantes efectuando el trasbordo de varios bultos.
Teniendo en cuenta la hora y la maniobra por lo menos "sospechosa", los efectivos los abordaron y tras descartar un desperfecto mecánico, pudieron comprobar que los bultos contenían gran cantidad de ropa, valuada en más de 300 mil pesos, según lo establecido en el mismo lugar por la AFIP-DGA, pero que no contaba con el aval aduanero.
Paso seguido tuvo lugar el trámite de rigor. Por ser un delito de evasión impositiva se dio intervención a la Justicia Federal, desde donde el titular del Juzgado Federal N° 1, Walter Bento, ordenó la inmediata detención de los involucrados en la maniobra, los que terminaron alojados en la U 32, de los Tribunales Federales.
También se dispuso el decomiso de la mercadería y uno de los vehículos -Renault Kangoo- involucrados en la maniobra, fue secuestrado.
Los dos policías
Lo que llamó la atención de los gendarmes fue el hecho de que en el operativo estuviera involucrado un móvil (identificado con el número 3100) de la Policía de Mendoza, ocupado por dos auxiliares de la fuerza con prestación de servicio en el área Vial.
Y si bien sus nombres no fueron mencionados en el parte de la Gendarmería, trascendió que se trataría dos efectivos de apellido Lucero y López. Mientras que un hombre y una mujer ocupantes del rodado particular, son oriundos del Valle de Uco.
Más procedimientos
Sólo 24 horas antes, es decir este viernes, un hombre que ingresó proveniente de Chile, fue descubierto con 23 mil marcos de anteojos y 750 lentes para sol en su vehículo, mercadería que superaba los 6 millones de pesos.
En este caso, como el que abre esta crónica, había pasado el control Aduanero de Horcones, pero al advertir otro retén, el de Gendarmería, en las cercanías de Uspallata, intentó eludirlo, haciendo un giro en U.
Sin embargo, terminó siendo detenido y, como es norma, fue alojado en la U 32, a disposición de la Justicia Federal, que abrirá una causa por contrabando.
Advertencia
Desde Aduana en la provincia afirmaron que el mayor escrutinio a la hora de ingresar a la provincia tiene sus motivos: detectar mercadería no declarada que no pasó sobre los registros de la AFIP en el caso terrestre.
Así los vehículos que llegan desde Chile a Mendoza, algunas veces pasan el control de Horcones que llega hasta Las Cuevas y retornan por lo tanto no pasan los controles aduaneros. También hay camiones que pasan desde Chile hasta Uspallata sin control aduanero.
No obstante, como se han registrado casos de ingreso de mercadería sin los chequeos de Aduana y AFIP, ha llevado a que efectivos de la Gendarmería Nacional realicen otros chequeos sobre los productos que ingresan a la provincia desde el país trasandino.
Otro uniformado en problemas con la Justicia
Un uniformado, en este caso con prestación de servicios en el departamento de San Rafael, enfrenta una causa por "Incumplimiento de deberes de funcionario público" luego de haberse comprobado que filtró fotografías sensibles del incendio ocurrido en una vivienda de la calle Feliú, en setiembre pasado, donde perdió la vida Herminio Mallo, de 92 años.
La investigación comenzó cuando una docente y locutora local, a través de su cuenta de Face book, publicó fotos del interior del automóvil donde se originó el incendio, casi en simultáneo con el procedimiento que allí realizaban efectivos policiales bajo órdenes de la fiscal Andrea Rossi.
Esta situación fue advertida por la representante del Ministerio Público, que instruyó a autoridades policiales a iniciar una investigación interna para determinar quién había filtrado las imágenes.
En virtud de ello, se ordenó el secuestro de los teléfonos celulares de dos agentes que trabajaron en las actuaciones por el fatídico episodio, y en la Ciudad de Mendoza se realizó un exhaustivo peritaje a los dispositivos móviles. Tras ese proceso se concluyó que un efectivo de apellido Valdez fue el encargado de enviar las fotografías.
Para la justicia la conducta de Valdezzrepresentó un entorpecimiento procesal, y ante esa apreciación el policía fue imputado por incumplir con sus deberes de funcionario público, según lo refleja el Diario de San Rafael.
