Oficialismo y oposición se miran de reojo, sacan cuentas y despliegan sus estrategias electorales. Más allá de la contienda por la gobernación, la suerte electoral también se juega en batallas departamentales, donde se suma y se resta por la gran causa del sillón de San Martín. Hay dos comunas en las que el oficialismo se muestra preocupado, donde las cuentas no dan del todo bien y donde la oposición se siente en condiciones de ganar: Luján de Cuyo y Guaymallén.
Un político nunca admite problemas; es parte de su función hacer creer que es ganador. Así es que nadie admite que hay problemas. El síntoma es que a los seguros ganadores nunca les aparece un posible recambio dentro de su misma fuerza; en el oficialismo ya aparecieron postulantes que aspiran a suceder a Carlos López Puelles (Luján) y Luis Lobos (Guaymallén). En Luján el que se anota es el ministro de Infraestructura Rolando Baldasso; en Guaymallén el anotado es el ministro de Tierras, Ambiente y Recursos Naturales, Guillermo Elizalde.
Para las definiciones no falta mucho. El 28 de febrero hay que presentar las listas de candidatos a la Junta Electoral. Por eso lo que hoy está sin confirmar, lo estará en poco tiempo.
Elizalde y Baldasso esperan la bendición definitiva del gobernador Francisco Pérez y quizá desde el aparato peronista. No niegan que les gustaría, pero tampoco están lanzados decididamente. El de Tierras cuenta que el sábado por la mañana, en el Mercado Cooperativo, "lanzamos el plan participativo de gobierno para el Guaymallén del siglo XXI", pero no blanquea más intenciones que la colaboración: “Yo quiero que el próximo gobernador y el próximo intendente sean peronistas”.
En esas lecturas agoreras del futuro del PJ en Guaymallén, también se rumoreaba el retorno de un ex intendente de esa comuna: Alejandro Abraham. El propio Abraham, actual diputado nacional, dice que no ha tomado decisiones, que sólo ha juntado dirigentes y lanza un dato para nada menor: estará presente en el lanzamiento del plan de gobierno que hará Elizalde el sábado.
El de Infraestructura dice algo parecido, jura que intenta ayudar, pero al mismo tiempo recuerda que fue funcionario municipal en Las Heras, que desde joven está vinculado a organizaciones vecinales y que “soy un tipo al que le gusta lo ejecutivo. Nunca aceptaría cargos legislativos”.
Ambos vienen desde el entorno de Pérez. Podría interpretarse que hay una avanzada desde Casa de Gobierno sobre dos municipios que solían responder a La Corriente peronista, el sector que lidera Carlos Ciurca. Tal vez haya algo de eso, pero desde otros sectores del peronismo se admite cierto desgaste de los dos actuales intendentes de esas comunas, desgaste que podría ser el preludio de una derrota.
Es difícil para el peronismo digerir una derrota en esas dos comunas, más particularmente en Guaymallén, el departamento más poblado de Mendoza. No faltan quienes recuerdan que desde 1983 a la fecha, el partido que ganó Guaymallén ganó la gobernación.
En Guaymallén se teme que el discurso anticorrupción prenda entre los vecinos. En Luján, dentro del PJ defienden la gestión de López Puelles. Dicen que ha hecho cosas pero los vecinos “no le creen que ha hecho”.
En el radicalismo miran confiados. Dicen tener mediciones que avalan la confianza y así se multiplican los precandidatos. En Luján son cuatro: el ex funcionario del Ministerio de Seguridad, Carlos Sala; el diputado Roberto Infante; el empresario Gabriel Castillo y el actual concejal, Silverio Gatica.
En Guaymallén los candidatos radicales son cinco: los diputados Lorena Meschini, Pablo Narváez y Víctor Scattareggia, el empresario Fabián Manzur y el ex titular de OSEP, Marcelino Iglesias.
Por ahora todos están firmes, al menos es lo que aseguran y en el radicalismo esperan que la mayoría se mantenga en pie en las primarias, abiertas, simultáneas y obligatorias (PASO) y que sean los vecinos los que diriman esa puja. “Queremos aprovechar las PASO y esperamos que todos los candidatos radicales sumen más que todos los candidatos del PJ”, dice el candidato a la gobernación, Alfredo Cornejo.
Por ahora es un festival de precandidaturas pero las apuestas indican que algunos de los anotados se caerán con el transcurso de los días.
Pero éste no es el único elemento en el juego. También está la idea de conformar un frente electoral opositor que incluya al Pro y al PD. No faltan quienes sueñan con que el precandidato del Pro, Gabriel Ferrari, compita en las PASO con los aspirantes radicales. En Luján la esperanza es que el Pro aporte un ex intendente de esa comuna: Omar de Marchi.
La cuestión es que todas las conversaciones hoy están demoradas. A pesar de que los tiempos apremian y las conversaciones deberían avanzar, De Marchi está de vacaciones. Curiosamente, su socio de otros tiempos en el PD y presidente de ese partido, Richard Bataggión, también está de vacaciones. Es extraño que los animales políticos en busca de redención desaparezcan cuando está cerca la hora de las definiciones.