Nahuel Carrasco, 23 años. Bailarín de tango, baterista de la banda Santos Locos, trabajador de la feria de Godoy Cruz y profesor de Kung Fu.
Carolina Paredes López, 22 años. Bailarina de tango y de folclore, estudiante de Turismo y hotelería y de Kung Fu.
El solo hecho de leer esta especie de currículums abreviados de los dos jóvenes promete -a priori- una vida repleta de emociones y sensaciones en el día a día de ambos.
Y si a esto se le agrega el hecho de que los dos maipucinos ya clasificaron a la semifinal del Mundial de Tango 2014 -categoría Escenario- y que se encuentran entre las mejores 50 parejas del mundo, el orgullo y la emoción se multiplica aún más.
"Ya participamos en 2011, 2012 y 2013, y es la primera vez que ganamos la etapa de sub sede preliminar. Eso nos clasificó directamente a las semifinales y, en caso de que nos vaya bien, la final será el 26 de agosto en el Luna Park.
La siguiente etapa empieza el 23 de agosto, pero nosotros nos queremos ir el primero a más tardar, para poder prepararnos y llegar bien", resaltó la joven pareja que, entre otras cosas, también le debe al tango el romance que los une desde hace poco más de cuatro años, cuando se conocieron bailando.
La etapa preliminar tuvo lugar el jueves y el viernes de la semana pasada en el Teatro Plaza, de Godoy Cruz, y participaron parejas de Mendoza, San Juan, Córdoba, San Luis, Neuquén y La Pampa.
Nahuel y Carolina fueron la pareja mejor puntuada por el jurado, con 9.13 puntos. El podio en Tango Escenario lo completaron otras dos parejas mendocinas más: Pablo Fernández y Roxana Sosa (de la Ciudad de Mendoza, quedaron segundos) y Carlos Trigo y María Cecilia Herrera (de Las Heras, terceros).
Vida tanguera
Nahuel Carrasco empezó a bailar tango en 2009, casi de casualidad. "Empecé a tomar clases en la Plaza de Maipú, con unas clases que se dieron al aire libre, y ahí me enganché y después seguí en la compañía MD Tango, de Carola Sosa y Ezequiel Cepeda", reconstruyó el joven.
Fue justamente bailando como conoció a Carolina Paredes. "Nos conocimos bailando y nos hicimos pareja en todo, de baile y en la vida", agregó Nahuel.
"Hace cuatro años y medio lo vi en una clase, pero después no volvió a ir por mucho tiempo. Yo siempre le digo que no me olvidé nunca de él y que me enamoraron sus ojos, aunque no sé si me cree", acotó entre risas la joven tanguera.
Carolina empezó a los 8 años a bailar, por lo que prácticamente lleva toda su vida vinculada al tango. "Pensaba que era música de viejos apenas empecé, pero me enamoró.
También mi primer acercamiento fue en un baile en la plaza y ahí bailé por primera vez. Como vieron que tenía facilidad y aprendía rápido, me llamaron y empecé de chiquita en una compañía.
Como novios y pareja de baile, ya han participado en cuatro mundiales de tango (contando el que aún transcurre).
"En 2011 fue nuestra primera competencia y terminamos terceros en la subsede. En 2012 volvimos a competir y mejoramos un montón, aunque no nos alcanzó para ganar la preliminar. Pero en Buenos Aires nos fue bien y terminamos 58 entre 500 parejas. El año pasado tampoco ganamos en Mendoza y terminamos 57 entre casi 700 parejas y este año decidimos presentarnos y prepararnos bien, saliendo a correr y haciendo ejercicios de elongación. Al haber ganado en la sub sede, clasificamos directamente a la semifinal", explicaron.
Por el sólo hecho de haber llegado a la semifinal, están entre las mejores 50 parejas de Tango Escenario del mundo. Y su próxima meta es quedar entre las 20, clasificando a la final.
"Nos vamos a ir mucho tiempo antes a Buenos Aires, casi un mes. Porque tenemos algunos contactos para prepararnos bien y que nos den una mano. Es una experiencia muy intensa y depende de muchas cosas: desde el jurado hasta la actitud y el vestuario", reconoció Carolina, quien reparte sus días entre Mendoza y San Juan, puesto que la compañía que integra es de la provincia vecina.
Según diferenció Nahuel, el Tango Salón "es muy pegado y se da en espacios reducidos, puesto que tuvo su inicio en las milongas. Tiene mucho de juegos de pies y pasos en el lugar".
En tanto, el Tango Escenario (que es el que bailan él y su pareja) "es más artístico y acrobático. Se caracteriza por dibujos grandes y los bailarines tienen más protagonismo", resaltó.
"Para mí, el tango es especial porque muestra de forma muy marcada la figura de la mujer y la del hombre, del macho argentino. Tiene algo muy especial y, por ejemplo, con el vino ocurre algo muy particular: combina a la perfección. La combinación entre el vino y el tango es ideal", sintetizó Nahuel.
A su turno, Carolina también intentó explicar qué es el tango en su vida y cómo lo ve hoy en comparación con aquella chica de 8 años que apenas lo veía como "música de viejos" cuando estaba dando sus primeros pasos.
"El tango entra en forma de música en mí y sale como un sentimiento. Es difícil de explicarlo con palabras", destacó con humildad la joven.
Por otra parte, el Tango Salón mendocino también tendrá sus representantes en la semifinal del Mundial de Tango 2014. Carlos Chamorro y Cecilia Pérez son los locales que ganaron la etapa preliminar y a fines de agosto buscarán estar entre las mejores parejas bailarinas del mundo en esa categoría".
Disciplina, trabajo y música
Tanto en la vida de Nahuel como en la de Carolina, el tango tiene un protagonismo destacado, pero comparte escena con otras actividades.
En el caso de Nahuel Carrasco, es profesor de Kung Fu de la Federación Shaolin Tao de Kung Fu Wushu (donde su padre Omar es maestro) y también es músico. Es el baterista de la banda Santos Locos.
"Es una banda de pop rock en la que estoy con mis tres hermanos. Hace un tiempo estuvimos sonando en algunas radios mendocinas con un tema que se hizo conocido. 'Esclavo' se llama", indicó el joven, quien define a su vida como "una ensalada de frutas" por todo lo que hace.
"También trabajo con mi familia en la feria de Godoy Cruz, tenemos algunos puestos allí", sentenció.
Carolina Paredes también reparte sus días entre el tango y el baile folclórico (baila desde que tiene 7 años). "Estudio Turismo y hotelería y también hago Kung Fu en la Escuela Shaolin Tao de Kung Fu Wushu. La verdad, y por suerte, es que tengo mis días completos", sentenció.
