Dos hombres fueron detenidos en las últimas horas -pese a la férrea resistencia que ofrecieron- luego de golpear a mujeres en sendos hechos, ocurridos en Maipú y en San Rafael.
El primero de los ataques ocurrió en el Sur provincial. A las 16.20 del jueves una llamada al 911 indicó que un hombre estaba atacando con un caño a su ex pareja en la plaza del distrito Cuadro Benegas, ubicada sobre calle Santa María de Oro. Efectivos de la comisaría 62 llegaron rápidamente al lugar y el hombre también los agredió con la improvisada arma.
Tras recibir algunos golpes, los policías lograron reducir al agresor y trasladarlo a la sede policial, donde se inició una causa por violencia de género y resistencia a la autoridad.
Violencia intrafamiliar
Otro ataque de violencia machista se vivió 12 horas después pero en Maipú. Fuentes policiales precisaron que a las 4.15 de la madrugada del viernes ingresó un llamado en la línea de emergencias 911 que indicaba que había "abundante alteración del orden familiar" en una casa ubicada en calle Lavalle al 90. Guiados por los gritos que escuchaban, los vecinos reportaban que, al parecer, un hombre estaba golpeando a niños y a una mujer. Cuando una comisión policial llegó al lugar constató que en la vivienda cumple prisión domiciliaria un interno del Servicio Penitenciario que es monitoreado con pulsera magnética.
Los policías llamaron a la puerta y hablaron con el hombre en cuestión. Nada parecía fuera de lo normal hasta que los uniformados escucharon a dos mujeres que pedían ayuda a gritos desde el interior del inmueble y rogaban que no se retiraran. Con la autorización de la Oficina Fiscal 10 los efectivos ingresaron a la casa y pudieron entrevistar a las víctimas: una joven de 24 años y una mujer de 31. La menor de ellas es la ex pareja del acusado, que luego fue identificado como Gastón Torelli. La muchacha tenía la nariz ensangrentada y estaba con el pequeño hijo de ambos.
La otra mujer es la hermana del recluso acusado y presentaba una herida en el labio superior derecho "por golpe de puño", según las actuaciones oficiales. Pero la violencia no se detendría porque, cuando los policías intentaron trasladar al interno a la oficina fiscal, el sujeto ofreció una dura resistencia, por lo que debieron hacer uso de la fuerza pública para reducirlo