Dos ex espías y Donald Trump

Robert Gates, ex director de la CIA, y Vladimir Putin, ex agente de la KGB. Ambos miran al republicano desde orillas opuestas. Increíblemente, Gates advierte sobre los peligros de votar a Trump. Y Putin lo apoya incondicionalmente.

Dos ex espías y Donald Trump

Por Thomas L. Friedman - Servicio de noticias  The New York Times © 2016

Cuando de evaluar la contienda presidencial se trata, prefiero escuchar a los espías. Su falta de sentimentalismo suele ser brutal, ven de lejos las tonterías y toman un atajo directo a la fría y dura conclusión. Además, justo ahora, dos de los jefes de espías más prominentes del mundo están enviando mensajes abiertos sobre lo que significaría para Estados Unidos y la alianza occidental que Donald Trump fuera elegido presidente.

Damas y caballeros, les presento a Robert Gates, ex director de la CIA, y quien largamente fue su némesis y ex agente de la KGB, el presidente Vladimir Putin, de Rusia. Putin votaría por Trump. No así Gates.

En un ensayo en el diario The Wall Street Journal, Gates, quien también fue secretario de Defensa para George W. Bush y Barack Obama, criticó tanto a Hillary Clinton como a Trump por no haber logrado tomar con seriedad la amenaza presentada por la Rusia de Putin. Sin embargo Trump, agregó Gates, ha llegado a niveles con Putin a los que ningún aspirante a la presidencia de EEUU debería llegar: “Las expresiones de admiración de Trump hacia el hombre y su autoritario régimen son ingenuas e irresponsables”.

Sí, Clinton tiene sus propios problemas de credibilidad con respecto a seguridad nacional, explicó Gates, pero “Donald Trump pertenece a una liga propia. Ha expresado apoyo hacia la construcción de un muro entre EEUU y México; hacia la tortura de presuntos terroristas y a dar muerte a sus familias; hacia el liderazgo dictatorial de Putin y hacia los éxitos inexistentes de Saddam Hussein en contra del terrorismo. De igual forma, él ha dicho que apoya el uso del presupuesto de la Defensa de aliados de la OTAN como la prueba definitiva sobre si EEUU conservará sus compromisos en tratados con ellos; apoyo al retiro de tropas estadounidenses de Europa, Corea del Sur y Japón, y a favor de que estos dos últimos desarrollen armas nucleares... lo cual es una perspectiva altamente desestabilizadora”.

Clinton aún tiene tiempo para abordar los problemas de juicio y credibilidad de Trump y ganar votos de personas como él, dijo Gates. En cuanto a Trump, dijo: “Con respecto a la seguridad nacional, creo que (él) está más allá de cualquier reparación. Se empecina en no estar informado sobre el mundo y cómo dirigir nuestro país y gobierno, y su temperamento no es apropiado para conducir a nuestros hombres y mujeres uniformados. Él no está calificado y no es apto para ser el comandante en jefe”.

Admiro a Gates por expresarse en voz alta. No se ha prestado suficiente atención a las implicaciones de seguridad nacional de una presidencia de Trump.

Tengo la certeza de que se vería la renuncia de oficiales militares y funcionarios gubernamentales de EEUU si Trump les ordenara torturar a terroristas capturados, ir de casa en casa para desalojar a inmigrantes indocumentados, lanzar guerras comerciales con China y México o prohibir la entrada de musulmanes. Trump, el caótico candidato de las elecciones primarias, se convirtió en el caótico nominado presidencial, y pueden apostar a que sería un presidente caótico.

Está bien ser impredecible como líder si sabes hacia dónde vas y es una herramienta para llevarte ahí al mantener a los enemigos fuera de balance. Sin embargo, ser impredecible porque no tienes disciplina alguna, porque crees que problemas como el grupo Estado Islámico son tan solo una prueba de hombría, porque no has estudiado los temas y cualquier cosa puede salir de tu boca; y debido a que no te das cuenta de que cuando les decimos a países como Japón o Corea del Sur o nuestros aliados de la OTAN que bien podríamos dejar de protegerlos de Rusia o de China, ellos irán a conseguir sus propias armas nucleares y hacer del mundo un lugar incluso menos estable... bien, con ese tipo de imprevisibilidad es como las alianzas terminan rotas, como se forman los desórdenes y empiezan las guerras.

Es por eso que Putin se está relamiendo los bigotes. No es ninguna casualidad que Putin haya elogiado a Trump “como una persona realmente brillante y talentosa, sin duda alguna”. Tampoco es coincidencia que los ciberagentes de Putin hayan participado en piratería informática del Comité Nacional Demócrata y la campaña de Clinton -para crear vergonzosas filtraciones- al tiempo que ignoraron tanto a Trump como al Partido Republicano (GOP). Eso se debe a que Putin sabe lo mismo que sabe Gates: una presidencia de Trump mantendría en agitación a Washington y la alianza occidental.

Lo que es más, Trump ha dicho tantas mentiras descaradas en el último año que no puedo imaginar qué pasaría si él tuviera que llevar a Estados Unidos a una guerra. ¿Quién confiaría en que estuviera diciendo la verdad sobre cualquier cosa?

Además, debido a cómo Trump ha menospreciado a nuestros aliados de la OTAN, es imposible imaginarlo conduciendo la alianza... particularmente si tenemos que despuntar más la expansión rusa. Aunado a esto, ¿cómo exactamente va Trump a enlistar a las naciones árabes del Golfo en contra de Estado Islámico o hacerle contrapeso a Irán, habiendo declarado que se debería prohibir la entrada de sus ciudadanos musulmanes a Estados Unidos?

¿Quién querrá trabajar con él? Trump está diciendo constantemente cosas extremas y después retractándose o alegando que fue malinterpretado. Consideremos la destrucción que eso infligiría a nuestra diplomacia.

Es por eso que el cínico Putin admira a Trump. Siendo el narcisista que es, Trump cree que es debido a que Putin realmente admira sus cualidades de liderazgo. No, Donald. Se debe a que Putin conoce a un creador del caos cuando lo ve, y el pensamiento de Estados Unidos siendo dirigido por un hombre que sería ampliamente impopular de manera simultánea en Europa, Pekín, México, Sudamérica y el mundo musulmán es un sueño vuelto realidad para Putin. La vieja KGB nunca podría haber logrado que pasara eso.

Así que, jóvenes, escuchen bien: ¿Hillary no enciende su llama? De acuerdo, coincido, es una candidata defectuosa. Sin embargo, ella puede manejar responsablemente los asuntos de Estado. Trump está más allá de reparaciones y no solo encenderá su fuego, quemará la casa hasta los cimientos. Pregúntenles a los ex espías.

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