Con la carga emocional de tener que jugar presionado por la presencia de un inmediato perseguidor (y viceversa), las próximas dos fechas del certamen tendrán un contenido dramático que nadie pareció prever en las fechas anteriores.
Con la certeza de que Pacífico será el N°1 de la Zona, ahora es el turno de esperar para conocer que pasará con Huracán LH y Rodeo del Medio, quienes se disputan el segundo boleto a la próxima fase.
Dos partidos, seis puntos en disputa, dos unidades que separan a lasherinos de maipucinos y la sensación inigualable de que todo se definirá en el último segundo.
¡Hace el gol gana! podrá gritar cualquiera de los dos. La misma sensación embargará a unos y otros. Los nervios empiezan a jugar su partido pese a que ambos cuentan con jugadores de mucha experiencia entre sus filas.
Parecidos pero no iguales
Repasando los números que entregan las 16 fechas jugadas hasta el momento, el Globo y el Toponero se parecen más de lo que se diferencian. Son dos equipos con un poder de definición envidiable (19 goles a favor contra 18) y una enorme fortaleza defensiva (10 goles en contra a 8).
En los duelos mano a mano se destaca el triunfo del equipo de Juan Carlos Bermegui 2-0, mientras que en la vuelta, ya con la dupla Daniel Giménez y Gonzalo Torres en el banco, terminaron igualados 0-0 (Javier Videla le atajó un penal a Emanuel Lucero a poco del final).
“Somos un equipo humilde”, repite a cada paso el ‘Chori’ Mortes para explicar la principal virtud del Toponero.
“Tenemos jugadores de mucha jerarquía y vamos a clasificar”, avisa desde la otra vereda Federico Martín, aún con la amargura de la derrota ante el Chacarero a flor de piel.
El Globo, antes de la caída del pasado domingo, llevaba cuatro triunfos consecutivos, mientras que los maipucinos sumaron cinco encuentros sin derrotas (tres triunfos y dos empates). La próxima fecha marca paradas complicadas para ambos.
Los lasherinos recibirán al líder Pacífico, mientras que Rodeo del Medio deberá viajar a San Rafael. “Hace el gol, gana”, gritará alguno por ahí. “Pierde, paga”, retrucarán otros. ¡Sí, como en el barrio!