Goleador histórico de la Selección y devorador de récords con el Barcelona, el legado de Lionel Messi con Argentina podría ser moldeado en gran medida por la final del domingo de la Copa América Centenario.
Justo o no, Messi es juzgado con una vara más alta que cualquiera, sobre todo por las comparaciones con Maradona y su logro en el Mundial de México ‘86. Precisamente, ayer se cumplieron 30 años del juego con Inglaterra en cuartos de final de esa cita, en la que Diego agigantó su leyenda con sus goles más famosos: la ‘Mano de Dios’, y el que gambeteó desde la mitad de la cancha a medio equipo inglés para convertir el ‘Gol del Siglo’.
Aunque clasificó a Argentina a tres finales seguidas en los tres últimos años, la cosecha de Messi aún es nula. El delantero ganó el Mundial Sub 20 de 2005 y la medalla de oro en los Juegos Olímpicos 2008 en Pekín, pero ambos fueron títulos de juveniles que cuentan para poco entre la exigente hinchada de su país.
Hace dos años, Argentina cayó 1-0 ante Alemania en la final de la Copa del Mundo en Brasil y el año pasado perdió ante Chile en una definición por penales la Copa América. La Albiceleste suma casi un cuarto de siglo sin levantar un trofeo de mayores, desde la Copa América ‘93 en Ecuador.
“Luego de haber perdido la final en Brasil estos jugadores se propusieron tener una nueva posibilidad, aunque no era una Copa del Mundo, era una Copa América , un año después en Chile”, señaló el técnico argentino Gerardo Martino después de la victoria del martes 4-0 sobre Estados Unidos en las semifinales de la Centenario. “No lo pudimos hacer. Inmediatamente se propusieron tener una nueva oportunidad en esta, y ahora lo lograron”, agregó.
Messi metió un extraordinario tiro libre ante EE.UU para llegar a los 55 goles con la Albiceleste y convertirse en el máximo artillero en la historia de la Selección, superando el empate que tenía con Gabriel Batistuta desde que anotó otro tanto el sábado en la victoria 4-1 sobre Venezuela por los cuartos de final.
Messi suma cinco goles en la Copa Centenario, donde fue titular en los dos últimos partidos y se perdió el primer encuentro por una lesión. “Me pone muy contento que haya sido (el récord) en esta Copa América”, apuntó Martino. “Está muy bien que el mejor futbolista del mundo sea el goleador histórico de la selección argentina”, cerró el Tata.
A punto de cumplir los 29 años, y con 11 en la Albiceleste, La Pulga es dueño o se encamina a tener todas las marcas imaginables a nivel de clubes y selecciones. Es el máximo goleador en la historia del Barça y de la liga española, tiene 5 premios del Balón de Oro, 8 títulos de la liga española y 4 de Liga de Campeones.
Pero aún busca su primer trofeo con la Selección mayor, algo que Diego logró en el Mundial ‘86 y Batistuta en las Copa América ‘91 y ‘93. Este torneo en EE.UU., tan vilipendiado por sus vínculos con escándalos de corrupción, es una de las últimas chances de Messi para lograrlo, junto con la Copa del Mundo de Rusia (2018), a la que llegaría con 31 años.
“Es la ilusión y las ganas de todos, que de una vez por todas se nos dé”, se esperanzó Messi. Y el domingo, en Nueva Jersey, finalmente podría pronunciar cuatro palabras hasta ahora ajenas a este extraterrestre del fútbol: Messi, campeón con Argentina.
El día que Maradona le enseñó a lanzar tiros libres a Lionel Messi
¿De dónde viene la capacidad de Messi para convertir tiros libres? ¿Quién le enseñó? En parte se puede decir que lo hace por condiciones innatas, pero también, por perfeccionar su pegada. Según el preparador físico Fernando Signorini, fue Diego el responsable de que Messi pateara con tanta precisión.
En su libro “Fútbol llamado a la rebelión. La deshumanización del deporte”, el ex PF de la Albiceleste y estrecho colaborador de Maradona en los cuerpos técnicos, contó cómo fue ese momento. A continuación, fragmentos del libro en el que detalla el aprendizaje:
“En febrero de 2009, a poco tiempo de asumir Diego como DT de la Selección, fuimos a Francia a disputar un amistoso ante el local. Hicimos una práctica y cuando dio la orden de terminar, Mascherano, Tevez y Messi le pidieron quedarse haciendo tiros al arco. En un momento, Lionel puso una pelota mirando y cuando le pegó, su remate se fue por arriba del ángulo. Hizo un gesto de fastidio y, como enfiló para el vestuario, le salí al cruce: ‘Decime una cosa, ¿un jugador como vos se va a ir a duchar con esa porquería?’ Termino de pronunciar eso y veo que viene Diego. Lo tomó del hombro y le dijo: ‘Leíto, Leíto, vení, papá. Vamos a hacerlo de vuelta. Poné la pelota acá: no le saques tan rápido el pie porque si no ella no sabe lo que vos querés’. La acarició con la zurda y la clavó al ángulo, inflando la red ante la admiración de Messi. Para los que hablan de los celos de Diego, ¿qué celos? Le estaba abriendo el mundo del conocimiento y no le cobró nada. Yo pegué media vuelta y no quise ver más, ya era suficiente. Allí estaba el fútbol argentino”.