La del jueves fue una mañana alborotada en la escuela secundaria Paula Albarracín de Sarmiento de Maipú. Es que dos alumnos entraron con armas al colegio y tras ser descubiertos por sus propios compañeros, intervinieron las autoridades y personal policial, que aprehendió a los menores.
Se trata de dos chicos de 14 y 16 años que portaban un cuchillo y un revolver calibre 32, respectivamente, entre sus prendas.
Advertida por otros alumnos, la directora del lugar -ubicado en el barrio La Candelaria- llamó al 911 cerca de las 11. Los menores quedaron a disposición de las autoridades y hasta que se resuelva su situación, no podrán continuar asistiendo a clases, según explicaron desde la DGE.
“En el curso de 2º 3ª un chico de 16 años llevaba en la mochila un revolver calibre 32 con dos proyectiles. Mientras que en otro curso, 1º 5ª, un menor de 14 años tenía un cuchillo tipo carnicero con una hoja de 23 centímetros”, detalló a Radio Mitre Mendoza el comisario inspector Víctor Loyola.
El caso está bajo secreto de sumario y está siendo investigando por la Oficina Fiscal 10. Entre otras cosas se tratará de averiguar si los chicos llevaban esas armas para agredirse entre ellos, dentro o fuera del colegio, o para lesionar a terceros. Los padres de los menores fueron citados por la Justicia para presenciar el interrogatorio de los chicos.
Loyola explicó que por las edades que tienen, el alumno de 16 quedó detenido en la Comisaría del Menor, mientras que el otro quedó bajo la órbita del Órgano Administrativo Local (OAL) para averiguar sus antecedentes e indagar sobre su situación tutelar.
“Nunca hemos tenido un caso como éste dentro de ese colegio. Cuando los chicos fueron descubiertos, entregaron sus armas y fueron derivados a la Oficina Fiscal. Lo cierto es que los compañeritos estaban asustados por la actitud de los chicos”, agregó Loyola.
Por su parte, la titular de la DGE, María Inés Abrile de Vollmer, señaló que se cumplió “correctamente el protocolo”. “Cuando se trata de tema de armas, el protocolo dice que la directora no debe intervenir para sacarle el arma al alumno sino que tiene que llamar a la policía para que nadie corra ningún riesgo”, explicó.
Y reflexionó: “Son adolescentes, no han hecho bien y hay que enseñarles que estas cosas no se resuelven así, que vale el diálogo, que vale la confrontación de palabras pero que nunca hay que llegar a la utilización de armas”.
