Una triste y desafortunada situación se vivió en Rosario, Santa Fe, con dos abuelos de 86 y 92 años como protagonistas.
Es que el matrimonio compuesto por Hilda y Hugo fue engañado y abandonado por su propio hijo en la mesa de un bar. Los empleados del local debieron asistirlos y recurrir a la Policía.
Durante más de siete horas esperaron los abuelos al hombre en cuestión, que los llevó en taxi al negocio para almorzar y les dijo que los buscaría más tarde, pero nunca apareció., según consigna Diario Popular.
Las mozas contuvieron y cuidaron a los ancianos cuando se dieron cuenta de la situación. Apenas iniciada la investigación por autoridades judiciales se supo que el matrimonio había sido desalojado de su casa por falta de pago.
Los abuelos declararon en una comisaría y lograron que otro de sus hijos fuera a buscarlos, pero, como si hubiese sido poco el calvario vivido en el bar, este último tardó ocho horas en pasar a buscar a sus padres.