El poderoso huracán Dorian prácticamente se detuvo sobre las Bahamas el lunes, prolongando la agonía mientras las crecientes aguas y los fuertes vientos arrasaban las comunidades de las islas, donde se cobró al menos cinco muertos, en tanto provocaba evacuaciones masivas en la costa este de Estados Unidos.
El huracán se debilitó ligeramente el lunes y pasó a categoría 4, pero según informaron las autoridades meteorológicas de Estados Unidos, continúa representando una seria amenaza, señaló el Centro Nacional de Huracanes (NHC), con sede en Miami.
En una conferencia de prensa en la Agencia Nacional de Gestión de Emergencias en New Providence, el primer ministro de Bahamas, Hubert Minnis, confirmó al menos cinco muertos y al menos una veintena de heridos y describió a Dorian como una "tragedia histórica" para el archipiélago.
En un mensaje de texto desesperado, una mujer clamó por ayuda, según el mensaje de texto reenviado a la AFP por Yasmin Rigby, residente de Freeport, principal ciudad de Gran Bahama.
"Cualquiera que pueda ayudarme, soy Kendra Williams. Vivo en Heritage. Estamos bajo agua; estamos en el techo".
"Alguien puede por favor asistirnos o enviarnos ayuda. Por favor".
"Yo y mis sis nietos y mi hijo estamos en el techo".
El ministerio de Turismo y Aviación bahameño había anunciado más temprano el inicio de las operaciones de rescate "en los lugares que ya son seguros", señaló.
El residente de Ábaco Ramond A. King proporcionó imágenes de desolación a la AFP que muestran calles inundadas atravesadas por árboles y postes de energía arrancados de cuajo, viviendas devastadas.
"Miren esto", se le escucha decir en la grabación. "Necesitamos ayuda, está todo caído. Todo caído. Miren mi casa sin techo. Aún tengo la vida. Gracias a Dios por la vida. Puedo reconstruir".
El NHC dijo en su boletín de las 21 (18 hora argentina) que el ciclón estaba virtualmente estacionado con vientos de 230 km por hora y advirtió que "el núcleo del extremadamente peligroso huracán Dorian seguirá azotando la isla Gran Bahama entreda la mañana del martes".
El miedo se apoderó de los residentes de Freeport cuando los vientos arrancaron las persianas y el agua comenzó a llegar a los hogares, dijo Yasmin Rigby, contactada por por la AFP por mensaje de texto.
"Las personas que pensaban que estaban a salvo ahora están pidiendo ayuda", dijo Rigby. "El esposo de mi mejor amiga está atrapado en el techo de su casa con dos metros de agua debajo".
Según una estimación inicial de la Cruz Roja, unas 13.000 casas podrían haber sido dañadas o destruidas por el paso de Dorian en Bahamas.
El NHC también advirtió que "el huracán se moverá peligrosamente cerca de la costa este de Florida esta noche (lunes) hasta el miércoles por la noche, y luego peligrosamente cerca de las costas de Georgia y Carolina del Sur en la noche del miércoles y el jueves", dijo.
Florida, Georgia y Carolina del Sur ordenaron la evacuación obligatoria de cientos de miles de residentes de la costa a partir del mediodía del lunes.
"Si está en una zona de evacuación, salga AHORA. Podemos reconstruir su hogar. No podemos reconstruir su vida", dijo el gobernador de Florida, Rick Scott, en Twitter.
Joe Lewis, un veterano de la marina de 41 años de Florida, se hizo eco del sentimiento mientras aseguraba un aire acondicionado en su casa rodante en Jensen Park, una de varias en el área que estaban casi vacías.
"No importa si tengo una casa de un millón de dólares. La dejaré. Mi vida es más importante", dijo mientras se preparaba para unirse a otros residentes de Florida que escapaban de la tormenta.
En la cercana Santa Lucía, Dan Peatle, de 78 años, también había huido de su comunidad de retiro para refugiarse en un hotel.
"Me enferma. No me gusta", dijo a la AFP mientras salía a tomar aire antes de que se acercara la tormenta.
"He pasado por siete u ocho desde que he estado en Florida, desde el '73. Y son todos iguales, ya sabes. Rompe todo, vuelve a armarlo".
La costa este de Florida está protegida por "islas barrera", islotes alargados que corren a lo largo de la costa, que deben ser evacuadas obligatoriamente.
Pero algunos aprovechan hasta el último momento para ir a ver al mar antes de que las islas queden incomunicadas: oleaje, fuerte y agitado, bruma en el horizonte, lluvia intermitente y el viento levantando remolinos de arena.
"Es hermoso... La arena, el viento... es glorioso", comentó Jed Guty, un colombiano que no quiso decir su edad porque es "muy viejo" y ha pasado por varios huracanes.