El ciclista aficionado declarado culpable de dopaje tecnológico por utilizar una bicicleta con motor eléctrico, fue sancionado con cinco años de suspensión por la Federación Francesa de Ciclismo (FFC), anunció la FFC ayer en su página de internet.
Cyril Fontayne, un corredor anónimo de 43 años, fue sorprendido con una bicicleta motorizada durante una carrera para aficionados en Dordoña el pasado 1 de octubre.
Este es el segundo caso de fraude tecnológico después del protagonizado por un joven belga de 19 años en una carrera de categorías inferiores en los Mundiales de ciclocross en enero de 2016.
La sanción le fue notificada a mediados de enero por la comisión nacional disciplinaria de la FFC.
El corredor recibió una “prohibición de participar directa o indirectamente en la organización o en el desarrollo de competiciones o eventos deportivos autorizados por la FFC durante cinco años”, al igual que la prohibición de sacar licencia durante ese período.
Doping positivo
Doce corredores dieron positivo por EPO en los controles antidopaje practicados el 22 de diciembre pasado durante la disputa de la Vuelta a Costa Rica, anunció ayer la Unión Ciclista Internacional (UCI).
Estos controles fueron “planificados y solicitados” por la Fundación Antidopaje del Ciclismo, la entidad independiente que se ocupa de las operaciones antidopaje en la UCI, presidida por David Lappartient.
La UCI precisó que esta operación se llevó a cabo “en base a informaciones recogidas con ayuda de la Federación Costarricense de Ciclismo, la comisión antidopaje y el Instituto del Deporte y la Recreación de Costa Rica”.
Todos los ciclistas, los cuales ninguno tiene referencias a nivel internacional o al más alto nivel, han sido suspendidos de manera provisional hasta la resolución del caso. Once de ellos tomaron EPO Cera, el último EPO.
