Donde vive el sol

La ristra de playas al Este de Fortaleza agrupa aldeas nativas y pueblos pesqueros. Al Oeste, escenarios ideales para el windsurf y el kitesurf. El litoral nordestino se recorre en buggy y se mete en el cuerpo con la arena caliente de las dunas y la bris

Donde vive el sol
Donde vive el sol

Hay que llegar a Fortaleza. La capital del Estado de Ceará despliega sus dotes de anfitriona con una infraestructura turística, cultural y financiera que la ubica en el podio de las tres ciudades más importantes del Nordeste, junto a Salvador y Recife.

Una región caracterizada por las sequías, que hace sufrir a los pueblos del interior, pero brinda el mejor clima para el turismo que huye de las lluvias del trópico y corre tras los días del sol.

El agua mantiene una temperatura estable de entre 25° y 27° todo el día, todos los días del año. El dato: los precios son muchísimo más amigables que en Río de Janeiro. Los mediremos en índice caipirinha.

En la ciudad, la paqueta zona de Aldeota, que concentra los mejores restaurantes, y convive en armonía con un Mercado Central de convocatoria popular. Junto a la Catedral de estilo gótico, un mercadito donde los pescadores de dentadura incompleta juegan a las cartas bebiendo sin parar al lado de sus barcas repletas de mercancía fresca.

Zonas reinventadas en nuevos centros turísticos miran al futuro con esperanza y voluntad de resignificar cada centímetro de suelo. Es el caso del Centro Cultural Dragao do Mar, el moderno complejo con cafés coloniales que se encienden cuando cae el sol; samba y actividades culturales que revitalizaron un barrio anteriormente asociado a la prostitución.

Otro, la Praia do Futuro, donde los locales recomiendan enérgicamente regresar antes de las cuatro de la tarde por la malicia, pero la barraca Terra do Sol ofrece lockers para guardar bajo llave los bolsos y disfrutar en paz de la playa eterna y el banquete de cangrejos, que sirven en un balde con agua de mar y un caño de PVC que sirve para descuartizarlos al estilo Gilligan y comer con la mano. Requiere de maña y paciencia. Los logros en el dominio de la técnica se celebran con una “cerveja”.

Iracema es la zona hotelera por excelencia, aunque no todas sus playas son aptas para el baño por la cercanía con el puerto. Hacia el atardecer, la Beira do Mar se llena de deportistas que corren y caminan por la rambla, familias que disfrutan de los espectáculos callejeros, barracas que ofrecen tapiocas, helados, bebidas y dulces regionales y una feria de artesanías donde se puede comprar de todo, regatear a la vieja usanza o pagar con tarjeta de crédito.

Los previsores comprarán aquí sus hamacas, donde están los mejores precios. Cambiamos dinero para iniciar el recorrido al este y al oeste. No hace falta tomar excursiones o guías particulares.

Las distancias se acortarán en buggy, el medio de transporte para llegar a todos lados que, los locales insisten, deben ser credenciados.


Canoa Quebrada & Costa Este: Naturaleza en estado puro.
Al este de Fortaleza, se alinean las playas de Redonda, Morro Branco, Praia das Fontes y Ponta Grossa. Un viaje terrestre de dos horas nos arroja en Canoa Quebrada, una aldea rústica de calles empedradas, techos bajos y paredes de colores donde cualquier momento del día parece una siesta.

Señoras con la piel curtida sentadas a la sombra de la vereda nos miran pasar. En las calles, los nativos montan burros y bicicletas. Los animales sueltos se cruzan con los turistas en veredas angostas.

Los chicos arman un picadito en cualquier esquina y nos recuerdan que Brasil también es un país de fútbol. Los generadores de energía eólica rompen la visual agreste de dunas erosionadas y se vuelven parte del paisaje ondulante que va del terracota al beige pálido, coqueiros verde profundo, cactus y mar azul verdoso. Tiene una forma de silencio particular, que suena a oleaje, brisa y motor de buggy.

El recorrido hasta Ponta Grossa obedece al mandato de la marea. Hay que salir temprano para atravesar playas de arenas grises con destellos dorados, interrumpidas por jaulas para cazar langostas o arcos de fútbol improvisados, porque después del mediodía todo eso estará bajo el agua.

Ceelio, dueño de un barco de pesca artesanal, posa con su sonrisa amplia y vacía de dientes para las fotos, y nos cuenta que hace paseos para visitantes. Pescadores que se adaptan a los tiempos que corren, se podría decir.

Al atardecer, una barraca en las dunas propone actividades para esperar la puesta de sol: ski bunda (nuestro culopatín), tirolesa, reggae y meloska, una caipirinha con miel de caña de azúcar.

Por la noche, la convocatoria es en Broadway, una calle empedrada donde es imposible acceder en auto, que agrupa en 600 metros a restaurantes, pousadas, artesanos, mercaditos, puestos de accesorios para playa, cafés, teléfonos públicos, bares populares, barracas ambulantes que venden panchos o bebidas y hasta un cajero automático.

Frente a la única iglesia, un grupo toca forró, un ritmo característico por su baile cuerpo a cuerpo, que cada noche una dama mayor baila sola, incansable, abrazada a sí misma y con los ojos cerrados.

Índice caipirinha: R$ 4


Costa Oeste: Cumbuco y Jericoacoara
María, chofer del buggy a través del cual recorreremos Cumbuco, nos pregunta si queremos un paseo con o sin emoción. En el transcurso de los minutos siguientes, descubrimos que "con emoción" implicaba aceptar subirse a una montaña rusa con el auto varias veces perpendicular al piso, caídas a 90° grados y arena para masticar el resto de la tarde.

Las paradas en barracas como verdaderos oasis en el medio del desierto, son necesarias para reponer hidratación con agua de coco. Lagunas naturales con clases de kitesurf y windsurf son la vedette, donde los vientos desparramaron instructores a lo largo y a lo ancho de la zona.


Llegar a Jericoacoara 
Ésa es la promesa del periplo. Jeri, como la llaman los cancheros que ya conocen, se da a conocer como un edén agreste, con pasado hippie y al que es muy difícil llegar.

Esto la convierte en la dueña de todas las expectativas que, por fortuna, siempre le quedan chicas. La aventura comienza tomando una jardineira en Jijoca para atravesar las dunas que no se pueden cruzar en auto, ni en bus, ni en ningún vehículo particular.

Al subir, el chofer indicará que sujetemos las mochilas debajo de las piernas, por si el vehículo salta “demais”. A esta altura, con el buggy como una extensión del propio cuerpo, sonreímos.

A los cuarenta minutos aparece Jericoacoara, una aldea clavada en la arena, sin calles ni edificios. Techos bajos con buganvilias de colores y una playa de oleaje suave que permite adentrarse cientos de metros con el agua por la cintura. Quizá sea éste el paraíso.

La infraestructura turística comprende pousadas y hoteles de lujo, gastronomía de herencia esclava, portuguesa e indígena, pescados y frutos de mar fusionados con frutas tropicales y un centro comercial animado donde todos los viernes hay grupos sambistas que animan el comienzo del fin de semana. No es difícil encontrar cordobeses, chaqueños o pampeanos que fueron de vacaciones y se quedaron.

Argentinos de todas partes administran posadas, venden artesanías o pastafrola de goiabada en la playa.

Las clases de windsurf y kitesurf son un imperdible en un destino donde predomina el turismo sub 40. Hacia las cinco de la tarde, todo el mundo asciende la duna para ver la puesta de sol que marca el final del día de playa y sugiere implementar las madrugadas para disfrutar del mar desde las 6 am, cuando la aldea comienza a despertarse. El descenso de la duna es haciendo ski bunda con el último chapuzón de la jornada.

A la noche, decenas de barracas son barras pop up que se alinean en la calle principal con una amplia carta de tragos y gente de todas partes del mundo agrupada en plazas, bares y restaurantes.

Índice caipirinha: R$ 7.

Dos paradas en el camino

Saliendo de Canoa Quebrada se puede parar para un safari fotográfico en el Centro Histórico de Aracatí. Postales que parecen robadas de una novela de Jorge Amado reúnen arquitectura barroca con señoras en batón y hawaianas apoyadas en los marcos de sus puertas decoradas con cerámica portuguesa. La iglesia tiene un cementerio en patio, espacio reservado para las familias religiosas del pueblo.

A 30 km de Fortaleza se encuentra el Centro de Rendeiras de Aquiraz, un mercado donde las bordaderas trabajan sus tejidos con puntos de herencia portuguesa. Venden vestidos, manteles, caminos de mesa, túnicas, toallas bordadas, accesorios.

Además, se pueden comprar dulces típicos como rapadura, castañas y garrapiñadas de cajú, goiabada, dulces de leche condensada y licores.


Precios de referencia:
Fortaleza

 7 noches hotel Magna Praia con desayuno
 Traslados, city tour y excursión a playa Cumbuco 
Pasaje aéreo con Gol, directo sin conexiones, ni escalas, por pasajero, en base doble, en baja temporada U$S 999 + U$S 432 de impuestos y percepción AFIP.
En alta temporada (a partir del 24/01) U$S 1.198 + U$S 510 de impuestos y percepción AFIP
Fortaleza/Canoa Quebrada


2 noches en Fortaleza, en el hotel Magna Praia, con desayuno
Traslado aeropuerto/hotel, city tour y excursión a playa Cumbuco
5 noches en Canoa Quebrada, en la Pousada Tranquilandia con desayuno
Traslados privados hotel Fortaleza/Canoa Quebrada/aeropuerto
-Pasaje aéreo con Gol, precio por pasajero, en base doble, baja temporada U$S 1.065 + U$S 456 de impuestos y percepción AFIP
En alta temporada (enero) U$S 1.366 + U$S 568 de impuestos y percepción AFIP
 
Fortaleza/Jericoacoara
 3 noches en Fortaleza, en el hotel Magna Praia, con desayuno (combinando noches a la ida al regreso de Jericoacoara) 
 Traslado aeropuerto/hotel/aeropuerto, city tour y excursión a playa Cumbuco 
 4 noches en Jericoacoara, en la Pousada Blue Jeri, con desayuno
 Traslados hotel Fortaleza/Jericoacoara/hotel Fortaleza
- Pasaje aéreo con Gol, precio por pasajero, en base doble, baja temporada U$S 1.029 + U$S 445 de impuestos y percepción AFIP
En alta temporada (enero) U$S 1.272 + U$S 538 de impuestos y percepción AFIP 
La baja temporada se calcula para viajar hasta el día 10/12/2014.

Más Información

Sector de Turismo de la Embajada del Brasil en Buenos Aires
Cerrito 1350 – Entrepiso
C1010ABB – Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
Tel.: + 54 11 4515 – 2422
turismo.buenosaires@itamaraty.gov.br  
www.buenosaires.itamaraty.gov.br www.visitbrasil.com

Otros datos:

Canoa Quebrada:
Paseos en buggy playas del este para cuatro personas: R$ 160 
Ski bunda R$ 5, Tirolesa con caída al agua R$ 7, Tirolesa R$ 17
Jardineira Jijoca – Jericoacoara por cuenta propia (los paquetes incluyen el traslado) R$ 100.

Cumbuco:
Vila Coqueiro: Habitación doble con desayuno R$ 223, Paseo buggy 260 x 2 hs y media, Caballo R$ 50 x hora con guía, Cuatriciclo R$100 la pareja x hora, Paquete promocional entre semana: 4 noches en habitación doble, desayuno y curso de kitesurf R$ 1.600.

Jericoacoara:
Pousada Isabel R$ 140 habitación doble con desayuno. 
Pousada Galoo R$ 180 en temporada baja a 350 en temporada alta, en habitación doble con desayuno. 
Alquiler tabla de surf: R$ 30 por hora.
Clase de surf: R$ 80 por hora.

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