En el año que acabamos de dejar, hubo una buena noticia en el campo de la salud pública. Es que según las estadísticas difundidas por el Instituto Nacional Central Único Coordinador de Ablación e Implante (Incucai), en 2018 se registró el récord histórico de 701 procesos de donaciones de órganos, que permitieron que 1.681 pacientes en lista de espera accedieran a un trasplante.
La última marca se había registrado en 2012, con 630 donantes de órganos.
Por tal razón, el total de procesos de donación creció 18% con respecto al año anterior, cuando se realizaron 593. De esta forma, nuestro país alcanzó la tasa de 15.75 donantes por millón de habitantes, la más alta de su historia.
El incremento no es casual. Durante 2017 un hecho bisagra visibilizó esta problemática en el país: la Ley Justina, que fue aprobada por unanimidad en el Congreso el 4 de agosto.
El caso de Justina Lo Cane, la nena de 12 años que murió en noviembre de 2017 a la espera de un trasplante de corazón, movilizó a la sociedad e impulsó un fuerte debate a favor de la donación de órganos que culminó en norma. La realidad de Justina motivó el interés nacional desde que la menor hizo campaña (llamada MultiplicateX7) paraconcientizar e incentivar a los argentinos a que se anotasen como donantes voluntarios mientras estaba internada en la Fundación Favaloro aguardando el órgano que la salvaría, dado que padecía una cardiopatía desde que tenía un año y medio.
La Nueva Ley de Trasplante de Órganos, Tejidos y Células, Nº 27.447, establece que todas las personas mayores de 18 años son donantes de órganos o tejidos, salvo que en vida dejen constancia expresa de lo contrario.
Antes de esa normativa, 42% de los ciudadanos afirmaban no estar dispuestos a donar, mientras que hoy, sólo 17% expresan no querer hacerlo. La norma fortaleció el sistema de procuración, agilizó y simplificó los procesos de donación y trasplante.
Los 701 donantes fueron generados por la intervención de los profesionales y técnicos de 230 establecimientos hospitalarios. Los procesos quirúrgicos se concretaron en 23 provincias. Además, 74% de los mismos se llevaron a cabo en establecimientos sanitarios de dependencia pública. Otro dato es que 60% de los procesos de donación fueron multiorgánicos.
De los 1.681 trasplantes de órganos realizados, 986 fueron renales, 409 hepáticos, 125 cardíacos, 84 renopancreáticos, 43 pulmonares, 21 hepatorenales, 6 cardiorenal, 5 pancreáticos, 1 cardiopulomar y 1 hepatointestinal. Se concretaron también 1.250 trasplantes de córneas.
También es interesante destacar que nueve provincias superaron la media nacional de donantes, y que Mendoza se encuentra en esa privilegiada nómina, con 21.03 por millón de habitantes. Sólo por arriba están Ciudad Autónoma de Buenos Aires (34.88), Tucumán (34.45), Córdoba (22.26), Santa Fe (22.12) y Misiones (21.89).
Las dependencias hospitalarias donde se lograron dichos procesos en 2018, están distribuidos por todo el país y en nuestro territorio ese privilegio le correspondió al Hospital Central, calificado nosocomio.
Como se ha señalado, a partir de agosto del año pasado entró en vigencia la Nueva Ley de Trasplante de Órganos, Tejidos y Células, Nº 27.447, que fortaleció el sistema de procuración, agilizó y simplificó los procesos de donación y trasplante.
La concreción de este proceso médico es posible gracias al gesto altruista de la sociedad representada en el acto de donar, a la intervención de los profesionales y trabajadores de la salud y al trabajo de los organismos provinciales de procuración.
Para plantear la importancia de la donación, Gabriela Hidalgo, titular del mendocino Incaimen, recuerda que aproximadamente cada tres horas ingresa un nuevo paciente en lista de espera en el país.
