Julio Leónidas Aguirre fue rector del Colegio Nacional Agustín Álvarez y quien habilitó el ingreso de mujeres a una institución que, hasta entonces, había recibido sólo varones.
Aún más, era la única de la que, a fines del siglo XIX, se egresaba con un título que posibilitaba dar clases. Gracias a la modificación, en 1904 se recibió la primera maestra mendocina. Hoy, la familia donará, a la Junta de Estudios Histórico,s objetos que pertenecieron a este pionero.
Raúl Romero Day, presidente de la Junta, detalló que la donación se hará en nombre de Elsa Torres Aguirre de Erice, nieta de Julio Leónidas Aguirre, por la familia Erice Torres.
Los elementos, un retrato, dos pistolas de duelo que pertenecieron a él (y se encuentran en desuso ya que no se consiguen municiones) y varios manuscritos, serán ubicados en una de las salas del Museo del Pasado Cuyano “Doctor Edmundo Correas”: la dedicada a los gobernadores del siglo XX.
Arturo Erice, uno de los descendientes, explicó que consideraron que estos elementos trascendían a la familia y tenían un valor para la comunidad. De ahí que con sus hermanas -Susana, Marta, Elvira, Inés, Cristina y María del Carmen- decidieran cederlas para su exposición en el Museo del Pasado Cuyano.
Además del retrato, están los manuscritos de uno de los libros que escribió Aguirre: “Sociología Criolla”, y de diversos discursos, como uno que ofreció ante el Consejo de Educación de Mendoza, en 1887, y otro en el Teatro Municipal, en 1903.
También hay una caja con dos pistolas de la marca Auguste Francotte, que se utilizaron para varios duelos de los que participaron diversas personalidades de la provincia. Erice indicó que la hija mayor del educador -y abuela suya-, Nidia Aguirre Gibbs de Torres, quemó un libro en el que se había registrado el historial de estas contiendas, para cuidar la imagen de su padre.
Educador con armas
En el acto de hoy, que comenzará a las 11, Jorge Enrique Oviedo, miembro de número de la Junta de Estudios Históricos y ex director de diario Los Andes, ofrecerá una semblanza de Julio Leónidas Aguirre. Es que Oviedo realizó una investigación -que presentó cuando se incorporó a la entidad- sobre este docente, intelectual, funcionario público y periodista mendocino.
Tal vez pueda resultar curioso que un innovador en la educación tuviera armas para este tipo de lances. Sin embargo, tal como refleja el libro que publicó en 2014 el mismo Oviedo - “Los duelos en Mendoza. Cuando el honor se defendía a punta de espada y pistola”-, estos retos eran bastante comunes en el pasado.
De hecho, el último se realizó en Mendoza en 1969. Si bien estaban prohibidos, los contendientes publicaban su desafío a modo de aviso clasificado en los diarios y luego solían aparecer las actas, en las que se reflejaba quién había ganado.
El mismo Julio Leónidas Aguirre protagonizó un desafío al político y militar José María Usandivaras, aunque con espadas, que terminó cuando éste alcanzó con el filo al docente, aunque sin causarle heridas de gravedad. Como dictaba la norma, se labró el acta correspondiente y, con el tiempo, se hicieron amigos.
Don Julio nació el 22 de marzo de 1861, dos días después del terremoto que destruyó la ciudad antigua. Luego de completar sus estudios primarios en la provincia, se fue a Paraná para hacer el bachillerato. En 1885 regresó a Mendoza y fue inspector general de Enseñanza Secundaria.
Luego ingresó como vicerrector en el Colegio Nacional, para llegar a rector, y presidió la Comisión Patriótica para erigir el Monumento en el Campo Histórico El Plumerillo. También fundó y dirigió el periódico El Porvenir y publicó varios libros. Se casó con Laura Gibbs y tuvieron tres hijas. Se quitó la vida con un arma el 26 de febrero de 1914.