Vigorizado por un sorpresivo triunfo, Bernie Sanders se medía al cierre de esta edición en otro debate demócrata con Hillary Clinton, y el republicano Donald Trump se fortalece, una semana antes de las primarias de Florida, premio gordo en la carrera a la Casa Blanca.
El senador de Vermont logró una de sus mayores victorias en su empinada campaña al vencer a Clinton, 49,9% contra 48,2%, en Michigan, luego de que los sondeos le dieran a la ex secretaria una diferencia de 20 puntos en ese estado, corazón de la alicaída industria automotriz estadounidense.
Clinton obtuvo un apabullante triunfo en el sureño Misisipi, por lo que en esos dos estados en liza en la jornada, cosechó más delegados que Sanders.
Los dos aspirantes debatían esta madrugada, un octavo duelo que era transmitido por CNN y la cadena en español Univision.
Pero el triunfo de Sanders le dio a su campaña una necesitada dosis de energía, y presenta la posibilidad de que el senador, que llama a una “revolución política”, gane también en estados similares o vecinos a Michigan como Illinois, Ohio o Misuri, convocados a las urnas el próximo martes.
Avance "insuperable"
Pero la campaña de Clinton, calculadora en mano, señala que como los delegados demócratas son repartidos de manera proporcional, la investidura se logra con victorias apabullantes y no éxitos simbólicos. La ex primera dama ha ganado en los estados sureños con más de 70%, debido al fuerte apoyo de la comunidad negra.
En las próximas votaciones, Sanders “no solo debe ganar esos estados, sino que tiene que hacerlo con márgenes excepcionales si quiere alcanzarnos”.
Con 13 victorias en 22 primarias, Clinton amasa más de la mitad de los delegados necesarios para adjudicarse la nominación en la convención partidista de Filadelfia en julio, según un conteo de CNN.
Trump, imparable
Por su parte, Donald Trump se contentaba ayer con su estatus de favorito en la contienda republicana, un día después de su triple victoria (Michigan, Misisipi y Hawai).
El magnate inmobiliario demostró en esos estados que su encanto de outsider y su discurso populista y antiinmigrante sigue galvanizando a los votantes, y propinó un duro golpe a las fuerzas “anti-Trump” que congregan en su contra a altas figuras del Partido Republicano y millones de dólares en propaganda.
Con estos resultados, Trump suma 15 victorias en 24 consultas realizadas y acumula 458 delegados, seguido por el senador ultraconservador Ted Cruz, que suma 359.
Pero la verdadera prueba para quienes esperan suceder a Barack Obama en la Casa Blanca en enero de 2017 todavía está por llegar: el 15 de marzo, cuando varios estados, principalmente Ohio y Florida, sean llamados a las urnas.
En la contienda republicana en esos estados el ganador se lo llevará todo: no una repartición proporcional al número de votos, sino todos los delegados en bloque, 99 en el caso de Florida.
Para Marco Rubio, senador de Florida, y John Kasich, gobernador de Ohio, el tiempo se acaba: la imposibilidad de lograr una contundente victoria en sus respectivos feudos, significará prácticamente el golpe de gracia a sus ambiciones.
En los últimos días, los candidatos se precipitaron a Florida, donde la batalla de los próximos siete días se anuncia feroz: el bando “anti-Trump” inunda las radios y televisoras con videos de campaña mostrando a Trump como un charlatán de dudoso pasado.
“No estoy preocupado por nada (...) Siempre he tenido una gran relación con Florida. Es mi segundo hogar”, respondió el millonario de 69 años.
Reunión secreta para frenar al multimillonario
Multimillonarios, con más de mil millones de dólares en sus cuentas bancarias, CEOs de grandes tecnológicas y altos miembros del Partido Republicano volaron el fin de semana a una isla privada frente a las costas de Georgia con un objetivo en mente: frenar a Donald Trump.
La reunión secreta tuvo como pantalla el Foro mundial anual del Instituto de la Empresa (Norte)Americana. Pero a puertas cerradas y lejos de la prensa, se armó una conspiración para sacar a Trump de la carrera por la Casa Blanca, informó The Huffington Post.
Allí dieron presente el CEO de Apple, Tim Cook; el co-fundador de Google Larry Page; el creador de Napster y el inversor de Facebook Investor, Sean Parker, y Elon Musk, de Tesla Motors.
También participaron el líder de la mayoría en el Senado, Mitch McConnell; el gurú de la política Karl Rove, presidente de la Cámara baja; Paul Ryan; los senadores Tom Cotton, Cory Gardner, Tim Scott, Rob Portman y Ben Sasse, siempre según Huffington Post. CC