Ya hace años que una parte importante de los mendocinos se expresa a favor de la donación de órganos y con esa actitud ha posicionado bien a la provincia en el país. Es la quinta jurisdicción en cuanto a la cantidad de órganos donados y hay que tener en cuenta que en promedio con un donante suelen hacerse 3 trasplantes. Para graficar lo bien posicionada que está basta saber que el promedio nacional es de 20 donantes por millón de habitantes mientras que el de Mendoza es de 30. Es incluso superior al de la Unión Europea que es de 22 por millón de habitantes.
Sin embargo, el territorio tiene una gran carencia de donaciones de tejidos, según expresó Adrián Tarditti, director del Instituto Nacional Central Único Coordinador de Ablación e Implante (Incucai). Explicó que esto se debe fundamentalmente a que las campañas de concientización han dejado de lado este aspecto, pero además se asocia a cuestiones del sistema médico.
El caso de las córneas los ocupa particularmente. Advirtió que hay en lista de espera unos 3 mil pacientes y que este tejido suele importarse.
Desde el Instituto buscan cambiarlo ya que genera inequidad en tanto accede a ello quien tienen cómo pagarlo. "Está bajando la lista de espera, pero en 5 años tiene que desaparecer", dijo el funcionario ya que pretenden que el abastecimiento sea netamente argentino. Para ello apuntan a trabajar con los enfermeros, ya que esta estrategia ha dado buenos resultados. Hay que tener en cuenta que casi todos los pacientes pueden ser donantes de córnea. En Mendoza, hay actualmente 168 personas en lista de espera de córnea, es el segundo trasplante más requerido luego del renal, el que esperan actualmente 215 personas.
Tarditti estuvo de visita en Mendoza, donde llegó para participar del 3er Encuentro provincial para comunicadores sobre abordaje de noticias vinculadas a donación y trasplante de órganos, tejidos y células progenitoras.
Menos objeciones
Tanto él como referentes de la sede local, Incaimen, destacaron los cambios que se aprecian en cuanto a la presencia de la temática en la sociedad y la mayor predisposición a la donación.
De hecho, en menos de un año bajó drásticamente la oposición a ser donante y pasó de 44% de la población a 17%. Tarditti lo atribuyó por una parte a las campañas y presencia de estos temas en los medios pero el factor fundamental fue la entrada en vigencia en agosto de la ley nacional 27.447, conocida popularmente como Ley Justina.
“Esa ley nos abrió la cabeza, el gran cambio fue en la comunicación, eso permitió bajar la oposición y hoy el tema del trasplante está en la mente de la gente”, subrayó.
La norma contempla, entre otras cosas, que toda persona capaz mayor de 18 años es posible donante de órganos o tejidos, salvo que haya dejado constancia expresa de lo contrario mientras que por otra parte resguarda la identidad del donante y el receptor.
Tarditti destacó que el registro de conducir no cuenta como voluntad de expresión y que ninguna iglesia ni comunidad se opone a esta práctica, como si sucede con la transfusión de sangre.
En primera persona
Los médicos destacan cuánto mejora la calidad de vida del paciente después de un trasplante exitoso. Es lo que expresó Celina (34) con su testimonio. Recibió un trasplante de corazón en diciembre de 2016 luego de pasar 4 años con una insuficiencia cardíaca que prácticamente le había robado la vida. "Era auxiliar de masoterapia, pero tuve que dejar de trabajar", contó.
"Mi vida era miserable, no podía respirar, con el tiempo tampoco caminar ni usar escaleras", agregó.
Comenzó a tener síncopes que la llevaron a estar internada varias veces hasta que le implantaron un cardiodesfibrilador. "Pero me daba corriente cada vez que fallaba el corazón", recordó.
Confesó que cuando le informaron que necesitaría un trasplante pensó que no llegaría a tiempo, pero con el acompañamiento que recibió logró proponerse salir adelante. Un obstáculo extra fue la oposición de su familia que por la religión que profesa se negaba a las transfusiones de sangre, pero ella les dijo que quería vivir. Lo logró, y no sólo eso, asegura que está mejor que antes que se le declarara la enfermedad.
"Me siento muy bien, me acerqué más a lo espiritual y a ayudar a la gente, tengo una vida más tranquila y menos material", relató. Ahora anda en bicicleta y es peluquera.
El doctor Hugo Vitali destacó: "No es algo milagroso, sino un acto médico habitual con alta tasa de éxito".
Claves
Sobre mitos y números
-10% menos de mortalidad tienen los hospitales que tienen más donantes ya que se cuida al paciente y sus órganos, niegan la existencia de tráfico.
-30 ablaciones de hígado se hicieron en 2018 en Mendoza, de las cuales 9 quedaron en la provincia, es un tipo de trasplante que es cada vez más indicado
-908 donantes se estima que habrá este año, casi duplicando los 514 de 2016 en un aumento sostenido.
Para que un donante pueda serlo se constata fehacientemente la muerte encefálica (o cerebral) de la cual no hay retorno.
Las campañas mediáticas no modifican las prioridades de las listas de espera, sino que se consideran varios factores como condiciones del paciente, contextura, lugar en la lista y tiempo de espera.