Alejandro Domínguez fue elegido ayer por unanimidad nuevo presidente de la Conmebol, que busca sacudirse y dar vuelta la página a los escándalos de corrupción desatados en la FIFA en 2015.
El dirigente paraguayo, de 44 años, tendrá el enorme reto de reencauzar una entidad que tiene sus últimos dos presidentes detenidos, mientras que un tercero está en libertad condicional en Estados Unidos.