Doménico Cirasino: “La tecnología es la alquimia contemporánea”

El artista fusiona la plástica con la innovación tecnológica. Así, salta de la bidimensión hacia el 3D a través de obras mágicas.

Doménico Cirasino: “La tecnología es la alquimia contemporánea”
Doménico Cirasino: “La tecnología es la alquimia contemporánea”

Sentado sobre el pastito, Doménico cuenta un capítulo de South Park. Habla de la gente que viene del futuro. De una fisura que se abre en el tiempo. Alguien acerca un celular y, en combinación con otra pantalla, observamos la obra que él mismo realiza: tecnología y arte, ése es su viaje. Los observadores quedamos fascinados. Igual que los que se acercan a Piazza Casa de Arte, donde se pueden observar hoy dos de las obras de Cirasino en una muestra colectiva. Delante de ellas ha colocado una tablet para que la imagen salte a la tercera dimensión.

"El arte no nos hará libres; nos hará entender que ya somos libres", piensa este alquimista de la realidad aumentada. Ésta consiste en combinar el mundo "real" con el virtual mediante un proceso informático en tiempo real. A diferencia de la "realidad virtual", que introduce al usuario en un mundo diferente, la "realidad aumentada" permite ver el mundo real con información añadida.

“Esta técnica tiene infinitas aplicaciones en muchísimas disciplinas. Yo como artista la interpreté agregando escenas tridimensionales a cuadros bidimensionales. Entonces, cuando enfocás las imágenes surge una escultura en 3D que se puede recorrer como si estuviera físicamente en el espacio. Además está animada, lo que permite jugar con una acción que transcurre en el tiempo, un elemento que en la plástica es complejo de conseguir”.

Cirasino aconseja vivir la experiencia para entenderla. Invitamos al lector, pues, a seguir las instrucciones. Sólo se necesitan una compu o un celular.

Rituales en máquina

“Me es muy difícil interpretar la realidad sin cierta poética. Para mí la tecnología es la alquimia contemporánea. Estudiar cómo funciona cualquier tecnología siempre me resultó fascinante. ¿Cómo no fascinarse, si es magia? Manejamos ondas que transmiten imágenes, sonido, información entre distancias lejanas en fracciones de segundo, controlamos planos secundarios de realidad. Automatizamos procesos en segundos que humanamente tardarían siglos”, dice desde el atelier de su mente.

Lo ve de esta manera: “Cualquier ritual mágico necesita de tres elementos básicos: un maná o energía matriz, que en este caso es la electricidad; un canalizador de esa energía (pongamos el caso de una PC) y un conjurador, que claramente somos nosotros. Que la ciencia pueda explicar el fenómeno no le resta ni una pizca de magia al proceso. El proceso artístico y el proceso científico son muy similares y son aliados naturales. Vienen inspirándose el uno al otro desde el principio de los tiempos”.

–¿Cómo fue tu camino?

–La plástica es mi amiga desde muy chico y ese cariño se potenció al realizar mi carrera en Artes Visuales en la UNCuyo. El estudio metódico y ordenado me permitió tener un panorama amplio, a grandes rasgos, de lo que ya existe, así que por descarte sólo quedaría innovar. El tránsito por la tecnología fue más intuitivo, autogestionado y por momentos accidentado.

El conejo a través de la pantalla

“Quería entender cómo hacía mi tío para conectar el tele con la radio, cómo funcionaba el Nintendo que me regaló mi mamá a los 10 años. ¿Cómo trabaja un teléfono? ¿Por qué mi voz puede viajar por un cable o por un satélite?”, cuenta. En el principio, claro, fue la curiosidad. Y luego internet, donde el conocimiento se abrió con el hallazgo de miles de libros, videos, manuales y sobre todo foros de discusión. “Empecé a estudiar modelado 3D -continúa-. Primero, como una herramienta que me permitía resolver temas complejos de perspectiva que a mano resultaban imposibles y luego me enamoré del lenguaje plástico digital en sí mismo. Estudié animación, indagué en simulaciones de física y ya no pude parar. Hoy todo eso se convirtió en un puñado de hermosos amigos y hasta tengo la posibilidad de facilitar un poco el camino de muchos alumnos con inquietudes similares a las mías”.

La fusión nació cuando, por azar, buscando trabajo, lo contrató una empresa dedicada a los videojuegos. “Ahí adentro entendí la potencialidad del mundo de la programación. El mundo digital y físico que antes estaban separados ahora se podían comunicar dando lugar a una experiencia amalgamada”, recuerda.

Del cuadro al Metatrón

–Miremos a los amantes de "Manipulación" o detengámonos en "Génesis". ¿Cómo es tu proceso creativo en estas obras?

–Es un proceso de construcción y deconstrucción constante. Orden y caos. Armo una estructura para después romperla y volver a componer los pedazos. Siento que así se ablanda el resultado. Se podría decir que las obras que quedan son las que lograron sobrevivir a mí.

–¿Qué dispara la imaginación?

–Nunca sé si el disparador va a ser un proceso tradicional o digital pero en algún punto siempre todo se mezcla sin que exista nunca un camino prefijado. Me tomo el arte como un proceso de búsqueda interior y expresión. No me sirve limitarme trazando un plan de acción. Lo que tenga que suceder sucederá; inclusive agarrar un trabajo de meses y largarlo por la ventana. El proceso es más importante que la obra; la búsqueda es más importante que el resultado. Filtro mucho, muestro sólo lo que me convence. Entonces no hay recetas claras ni tiempos cuantificables. Ni siquiera hay obras terminadas. Todas las obras tienen el potencial de ser infinitas. Cuando siento que se sostienen por sí solas, las abandono.

–¿Por qué en tu firma hay un conejo?

–Mi madrina Eugenia Ugarte le dice “Conejo” a mi padrino, Matías Vial. Ambos escultores increíbles y también únicos nexos, humanos, reales, que tuve con el arte en mi infancia. El conejo es en homenaje a los dos, porque es como mi escudo para intentar hacer lo que ellos hicieron conmigo. Mostrar el camino del arte como una realidad plausible para todos, sin falsas promesas. Un camino sin estructura clara, extraño e inestable pero también fascinante y brutalmente nutritivo. El conejo son todos los que me preceden y me abrigan. El esqueleto del conejo soy yo.

–¿Qué inspira tu visión estética?

–A mí me gustan los temas universales mucho más que los concretos o locales. Intento expresar sentimientos y circunstancias propias de la naturaleza humana. Los esqueletos simbolizan al humano despojado de sexo, religión, bandera, color y demás elementos que desvían el foco de atención del mensaje. Me salto las singularidades para hablar del humano y, si eliminamos los rasgos únicos, sólo nos quedan los huesos. Por alguna razón, mucha gente asocia los huesos a la muerte sin ver que ese esqueleto es parte de lo que son. Es parte de lo que somos todos; es lo que todos llevamos adentro.

A traspasar dimensiones

"Me gustaría invitar a los lectores a experimentar con esta técnica artística más allá del papel. Las imágenes impresas, que son geniales a la hora de facilitarnos la comunicación y conocernos masivamente, igual nunca van a hacernos vivir lo mismo que la apreciación directa de un cuadro. Las obras se piensan en un tamaño y están cargadas de detalles que escapan al papel", dice el artista. Por eso, van estos datos: este mes, Doménico está exponiendo cinco cuadros en el ECA de San Rafael. En Ciudad de Mendoza expone dos obras en Piazza Casa de Arte (Paso de los Andes 1421).

Para avistar su trabajo en la web, pueden ingresar a:
http://domenicocirasino.com/

Instrucciones

Pasos a seguir para experimentar las obras con “realidad aumentada”.

1. Buscá la aplicación “Doménico Cirasino” en tu tienda digital (el logo es un conejo negro).

2. Descargá la aplicación.

3. Iniciá la aplicación y enfocá las imágenes con la cámara del teléfono.

Bio

Doménico Cirasino nació en Mendoza, en 1984. Estudió la licenciatura y el profesorado en Artes en la UNCuyo. Se especializó en grabado, dibujo y pintura. Desde 2005 se dedica especialmente al arte digital, la animación y el modelado 3D, tecnologías que actualmente desarrolla dando cursos de formación en el Instituto Tecnológico Nacional y formando parte del mercado internacional en el desarrollo de videojuegos.

Ha participado de múltiples exposiciones colectivas y realizado exposiciones individuales.

Recientemente recibió el premio "Plataforma Futuro", otorgado por el Ministerio de Cultura de la Nación a artistas destacados en el ámbito de la fusión entre arte y tecnología.

Actualmente su obra busca fusionar los procedimientos convencionales de la plástica con la incorporación de innovaciones tecnológicas a través de lenguajes de programación y dispositivos digitales.

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