El dolor de la familia de los fallecidos

El dolor de la familia de los fallecidos

Se trató de la confirmación de algo que casi ni necesitaba ser confirmado y estaba prácticamente anunciado. Pero eso no quitó que fuera un momento durísimo en la vida de las 14 familias que se enteraron durante la mañana de ayer que sus seres queridos eran las víctimas fatales del accidente registrado el viernes pasado en San Martín.

Con lágrimas en sus rostros fueron subiendo de a uno al despacho de Gerardo Mazziotti (director del Cuerpo Médico Forense) donde se les entregó los resultados de las pruebas de compatibilidad que confirmaban la identidad de los fallecidos.

Asumido

"El destino se complotó. Ramón se iba a volver en el micro del sábado a la tarde, pero le agarró el apuro y decidió adelantarse. Además quiso comprar pasaje en el de las 14, pero como no consiguió compró en el de las 15 (que fue el que protagonizó el accidente). Nosotros nos habíamos vuelto dos días antes en auto, habíamos estado de vacaciones 15 días en Juana Koslay". Quienes hablan son Rosa y Pablo Guevaras, hermanos de Santos Ramón Guevaras.

Con 54 años, Ramón -lo llamaban por su segundo nombre- se desempeñaba como maestro panadero de la Penitenciaría provincial y estaba preparando todo para su jubilación. Su próximo objetivo era abrir y trabajar en su propia panadería. "Ya tenía hasta el espacio para ponerla", se explayó su hermano.

Pablo fue el primero en enterarse del accidente y la familia no se imaginaba que Ramón fuera uno de los pasajeros. "Seguíamos con la idea de que iba a venir el sábado. Pero cuando escuchamos que lo nombró el gobernador como ?Santos Guevaras' nos dimos cuenta. Ramón sirvió 30 años a la Provincia como penitenciario y ahora ni les importa", destacó compungido.

La víctima vivía en Luján con su hermana Rosa. "Más allá de la confirmación de hoy, ya lo teníamos asumido", apuntó.

Carmen, otra hermana de Ramón, brindó un detalle que publicó Los Andes ayer y que es clave en la investigación. "Ella vive justo en Ugarteche (NdR: de allí salió el camionero con una carga de ajo) y nos contó que anoche fue a su casa un obrero que trabaja en el galpón del que salió el camionero. Le dijo que llevaba tres días en la zona y que en todo momento había estado tomando fernet y otras bebidas que traía en el camión, de Brasil. Y que también habían tomado pastillas", destacó Pablo Guevaras.

Justamente este testimonio se condice con lo que sostuvieron el sábado mismo algunos vecinos del lugar.

Cierta esperanza

Cecilia Baruttis tenía 32 años y era otra de las pasajeras que iba en el micro y falleció casi en el acto. Su padre viajó especialmente de Río Negro cuando se enteró de la tragedia, y ayer estaba entre los familiares que aguardaban la confirmación de lo peor.

"Teníamos la esperanza de que estuviera viva. Yo me enteré viendo televisión y me llamaron diciéndome que mi hija venía en el micro. Somos de Salta y ella estaba viviendo en San Luis porque estaba consiguiendo un trabajo", comentó Juan, el padre de la joven, con mucho dolor en sus palabras.

"Era un minuto el que necesitaban para estorbar al camión. Tuvieron tres horas para estorbarlo, para frenarlo. Ella y todos podrían haberse salvado en ese minuto", agregó quebrado.

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