Momentos de dolor e indignación se vivieron en el último adiós de Sheila Alejandra Ayala, la nena de 10 años que fue asesinada y que apareció sin vida el jueves pasado en un predio de la localidad bonaerense de San Miguel.
En el velatorio estuvieron presentes familiares y vecinos de la pequeña, pero llamó la atención la ausencia de Juan Carlos, padre de la fallecida. Compañeritos y amigos también acercaron flores para despedir a Sheila en el cementerio de San Miguel.
Muchos no habían conocido a Sheila, pero decidieron acercarse al lugar para acompañar a su entorno y sumarse al pedido de justicia.
En la cochería, la mayor cantidad de gente se vio durante la madrugada. La ceremonia se realizó con el cajón cerrado y hubo llanto y mucha angustia entre los presentes, indicó diario Clarín.
Los restos de Sheila estuvieron en la casa velatoria hasta las 9 de la mañana, mientras que se realizó un operativo policial de prevención, a raíz de los incidentes registrados días atrás.
Sheila es la segunda nena asesinada presuntamente por su familia en menos de una semana, lo que pone en el tapete qué tipo de protección se da a los menores que crecen en ambientes enfermos y peligrosos.
El 10 de octubre, Sol, de 9 años, fue con su mamá a comprar alfajores en el barrio porteño de Flores y la mamá la degolló, para después esconderla entre dos autos y taparla con bolsas.
Las cámaras de seguridad dejaron grabada a Angélica Gómez, de 49 años, pasando con la nena y volviendo después sola.
Sheila murió estrangulada
La Superintendencia de Policía Científica trabajó en la recolección del cadáver de Sheila, que era buscada desde el domingo pasado. Se informó a los investigadores que Sheila presentaba en el cuello un"surco de ahorcadura" compatible con un "estrangulamiento con una sábana color blanca con dibujos infantiles".
Leonela Ayala, la tía y madrina de Sheila, quien confesó junto a su pareja la presunta responsabilidad en el homicidio de la pequeña, se encontraba embarazada de 8 meses y dio a luz a un varón ayer por la tarde.
La joven de 25 años había reclamado el jueves, durante todo el día, la aparición de la niña: “Mataría a la persona que se llevó a mi sobrina”.
"Tomamos alcohol y drogas y no sabemos qué pasó", sostuvo la mujer, que tiene a su cargo otros tres menores de edad y está demorada.
Si bien la presunta confesión no tiene consecuencias judiciales, sí las tiene para los investigadores: el caso quedó enfocado en una agresión intrafamiliar.
En tanto, Fabián González, tío de Sheila, tiene 24 años, nació en Encarnación, Paraguay, y posee antecedentes penales: en 2013 le abrieron una causa en San Martín por robo agravado en poblado y en banda.