Lejos de estar aislados de la suba compulsiva del dólar, los clubes atraviesan hoy problemas derivados de tener contratos en moneda extranjera sin topes salariales y ven cómo sus socios, afectados por los vaivenes de la economía, dejan de pagar cuotas.
El fútbol, claro, uno de los grandes mercados dolarizados de nuestra economía, no permanece ajeno. Al contrario. Es que si bien los clubes son exportadores y su principal ingreso es la venta de jugadores al exterior, lo cierto es que muchos tienen a sus figuras con contratos regidos por la moneda estadounidense.
Claro que, desde hace tiempo, con esta inestabilidad, estos vínculos se firman con topes que se van actualizando, aunque puede haber algunos en los que el dólar esté atado al valor del mercado (en estos casos las partes suelen sentarse a renegociar). Un caso emblemático fue aquel de Gustavo Gómez en 2018. Guillermo se cansó de pedirlo y estuvo a punto de llegar, pero al final el pase se cayó porque el defensor pretendía un contrato con dólar libre, algo que a la dirigencia de Boca le pareció inviable (el tiempo le dio la razón).
“Nosotros tenemos todos los contratos en pesos. Salvo en dos casos, en que les hacemos el contrato en pesos pero les ponemos un dólar de referencia con un tope y normalmente a los seis meses lo ajustamos sin salirnos de ese tope. Si no se hace de esa manera, es simple: te fundís”, explica Gerardo Marzola, tesorero de Gimnasia LP.
Todo esto complica a los clubes que están en pleno proceso de construcción de estadios porque, obviamente, los precios se disparan. San Lorenzo (ya afuera de la Copa y con importantes incorporaciones) le paga un millón de dólares por año a Carrefour para la vuelta a Boedo (por suerte apenas debe una cuota).
Algo importante es que para muchos clubes el principal ingreso es por el abono de la cuota de socios. “Este año tuvimos una caída en la cantidad de socios que pagaban. Y esto ocurre por la situación del país: a la gente no le alcanza y eso se ve reflejado en la cuota”, dice Marzola. Ya en agosto del 2018, o sea hace un año, cuando el país sufrió otra pronunciada disparada del dólar, muchos clubes sufrieron una baja en la cantidad de socios y morosidad en el pago de las cuotas.
¿Qué pasa en Boca y River?
Daniele ya se habrá desayunado que llegó a un país un poquito inestable en materia económica. Su contrato es en pesos atado a un dólar con tope.
Los contratos de los futbolistas xeneizes están a la altura del fútbol europeo, tal como lo dijo hace unos meses Angelici, en medio de una polémica con Darío Benedetto: “Les mejoramos el contrato, les pagamos contratos iguales o mayores a los que se pagan en Europa. Allá hay algunos jugadores que ganan mucha plata, los demás ganan entre 800.000 y 1.000.000 de euros. Y en Boca hay dos o tres jugadores que ganan eso o más".
Sin embargo, "desde hace más de 20 años que Boca no hace contratos en dólares", le aseguraron a Olé desde la dirigencia. Por lo cual, principalmente con los futbolistas que vienen del exterior, se acuerda un monto en la moneda estadounidense, pero que será pagado en pesos con un tope para estar cubiertos en caso de una suba como la de estos días.
Ah, Boca arregló con Adidas para el primer semestre de 2020 un dólar a $ 70.
El Millo también tiene algunos contratos “dolarizados”. Es decir, se pagan con un dólar tope de referencia y se van actualizando. Eso sí, como a Boca, los sponsors (Turkish, Axion, adidas...) le pagan en moneda norteamericana.