La cuarentena le impone al Gobierno y al Banco Central (BCRA) un enorme desafío, ya que se detiene el ingreso de dinero por el parate económico, crecen los gastos por efecto de la pandemia y la autoridad monetaria debe salir al rescate emitiendo cada vez más pesos.
Desde que se implementó la cuarentena, el dólar paso de $ 80 a $ 120. Si bien estamos en plena temporada alta de liquidación del agro, el campo inyectó en mayo casi 20% menos que en mismo mes del año pasado, y el BCRA no logra acumular reservas, además de verse obligado a imponer nuevos y mayores controles cambiarios.
El hecho de que el país este nuevamente en default y sin acceso a los mercados, junto con la existencia de una cuarentena que lleva más de 75 días, genera un impacto fuertemente negativo para las cuentas públicas, evidenciando un alto crecimiento del déficit primario.
Esa falta de ingresos fue resuelta con una histórica emisión monetaria por parte del BCRA que asiste al Tesoro, volcando cada vez más pesos a la calle. Mientras los ingresos crecen al 14%, los gastos suben al 97% generando un resultado primario fue negativo en $ 228.822 millones, dejando un déficit en el primer cuatrimestre de más de $ 388.000 millones, equivalentes a 1,3% del PBI .
La base monetaria promedio presenta un crecimiento interanual del 16% en términos reales en mayo.
Los analistas de Invecq plantearon que el déficit primario de 1,3% del PBI supera al guarismo de 2015, que acumulaba 1,2% del PBI al mismo momento del año. “Para mayo que esta dinámica sea aún más disruptiva y que el déficit acumulado continúe incrementándose, pudiendo finalizar en un resultado peor que en 2015 (4,8%) en caso de emular la trayectoria de aquel año”, advirtieron.
Además, para cerrar el bache y sin posibilidad de financiamiento en el mercado, el BCRA funciona como único prestamista y fuente de financiamiento. Así, desde finales de marzo el Central giró $680.000 millones al Tesoro y suma más de $ 900.000 millones en lo que va del 2020.
La incógnita que surge a partir de esta práctica es por dónde se canalizará este excedente de dinero: “Al cierre de mayo, la base monetaria promedio presenta un crecimiento interanual del 16% en términos reales, mientras que el M2 creció en casi el 32% bajo la misma métrica, todo un récord. Sin embargo, desde mediados de mayo, la política expansiva mermó en su dinámica y la entidad sacó de circulación más de $ 450.000 millones a través de pases, Leliq y venta de reservas”.
Nery Persichini, estratega de GMA Capital advirtió que esta dinámica es preocupante.
“Si bien la mayoría de las economías del mundo están mostrando generosos programas fiscales, Argentina es un país que carece de ahorro y de crédito. Por lo tanto, la única forma de financiamiento es la emisión monetaria. Si a esto le sumamos el contexto estructuralmente inflacionario, con precios creciendo por encima del 45% anual, la cura podría ser peor que la enfermedad. La asistencia del BCRA al Tesoro, que venía de ser prácticamente nula durante los años anteriores ya alcanzó los $ 909.300 millones en 2020, acercándose al 5% del producto”, explicó.
Sin haber resuelto el tema de la deuda externa, el BCRA sigue siendo quien financia al Tesoro hacia adelante, es decir, a menos que la autoridad monetaria retire pesos de la calle, es factible que haya cada vez más billetes emitidos por el Central para girárselos al Tesoro.
Los analistas de Grupo SBS afirmaron que la dinámica de abril mostró un claro deterioro de las cuentas públicas.
“Seguimos esperando un déficit primario de 5,5% del PBI en el año. A pesar de que buena parte del deterioro se sustenta en efectos transitorios, destacamos que la ausencia de financiamiento de mercado implica que este importante déficit presupuestario deberá ser financiado casi exclusivamente por el BCRA”, advirtieron.
Menos dólares
Además de que hay cada vez más pesos en la calle, esto se combina con una perdida en la cantidad de dólares y reservas por parte del BCRA. El agro liquidó casi 18% menos de divisas entre enero y abril, según informaron la CIARA y la CEC y pese a una mejora relativa en dicha liquidación respecto de meses pasados, el BCRA no pudo retener divisas y acumular reservas .
En abril se observó un superávit comercial de u$s 1400 millones, mientras que en el acumulado de últimos 12 meses alcanza los u$s 17.500 millones, siendo este el nivel más alto desde julio de 2009.
Pese a ello, el BCRA solo acumuló u$s 200 millones. El faltante de divisas durante el mes de mayo fue de casi u$s 3000 millones. La entidad vendió cerca de u$s 1000 millones en el mercado spot, sumado a los casi u$s 2000 millones en el mercado de dólar futuro.
Esto se da en un contexto en el que el agro se encuentra liquidando su cosecha, durante el período del año en el que se dan las mayores liquidaciones. Fernando Marull, director de FMyA remarcó dicha dinámica y agregó que ello explica el mayor cepo a importadores: “Es una situación insostenible. Esperamos más controles, probablemente sobre el dólar ahorro”.
Los analistas de Quinquela Fondos también resaltaron que pese a estar en una temporada alta de liquidación del agro y con el cepo cambiario, el BCRA sigue perdiendo reservas.
“La estacionalidad del segundo trimestre del año siempre generó excedente de dólares comerciales. En la actualidad, con la venta de dólares para turismo o atesoramiento muy limitadas, el BCRA sigue interviniendo en el mercado para vender dólares. Es decir que, a pesar de estar en plena época de liquidaciones de dólares del agro, siguen faltando divisas. Esta es una señal que genera fuerte preocupación de cara a la evolución de corto y mediano plazo del mercado cambiario”,señalaron.
Se esperaba que a partir de la implementación del impuesto del 30% para la adquisición de dólares para turismo o atesoramiento, más la limitación de u$s 200 persona iban a estabilizar el mercado cambiario y el BCRA iba a comprar dólares durante el punto máximo de liquidación de dólares del agro (abril-julio).
El problema es que eso no está sucediendo y el superávit comercial sigue siendo alto. “Los primeros cuatro meses del año mostraron un excedente comercial de u$s 4.720 millones.
Pero el BCRA en ese período solamente pudo comprar u$s 112 millones. Este comportamiento genera un problema, ya que el excedente comercial no se traduce en sobrante de dólares”, señalaron desde Quinquela.
Para los analistas de la compañía el nivel de brecha cambiaria y las expectativas de devaluación juegan en contra a la acumulación de divisas.
“La diferencia entre el valor del contado con liquidación y el dólar oficial se convierte en un incentivo para sobrefacturar importaciones o subfacturar exportaciones. Además, la brecha cambiaria y el desequilibrio del mercado cambiario podría ser una señal que anticipe un ajuste del tipo de cambio, en especial en un contexto como el actual, donde la crisis sanitaria ha distorsionado los diversos mercados. Si los agentes económicos esperan ese cambio, accionan en consecuencia, aumentando o anticipando la demanda de divisas”, explicaron.
Menos reservas
Dentro del combo, la perdida de reservas es un tema que preocupa fuertemente a los analistas y operadores. En los últimos dos meses el BCRA debió vender más de u$s 1300 millones.
La caída de reservas brutas también golpea las reservas netas. Nery Persichini, estratega de GMA Capital advierte el deterioro de las cuentas del BCRA. “Esta lenta pero persistente erosión, que diariamente promedia los u$s 100 millones, llevó a que el stock de reservas brutas cayera hasta u$s 42.449 millones, el valor más bajo en más de 3 años. Al mismo tiempo, la película de las reservas netas (descuentan pasivos exigibles en dólares) es aún más dramática.
Según cálculos de la consultora Invecq, las reservas netas estarían debajo de u$s 6000 millones.
“En medio de la Reestructuración de la deuda , las brechas cambiarias han alcanzado niveles máximos similares a los del año 2013 y las reservas internacionales netas no dejan de caer pese a la instalación del cepo cambiario.
Desde el comienzo del mes de mayo, las Reservas Internacionales cayeron US$ 1.119 millones, de los cuales casi el 70% fue por ventas en el mercado de cambios. A raíz de esto, las Reservas Netas bajaron a menos de u$s 6.000 millones” afirmaron desde Invecq.
Más controles y más brecha
La mayor cantidad de pesos, combinada con la mayor perdida de dólares hace que el mercado ajuste por precio y que el tipo de cambio se dispare. Por ello es que el dólar paso desde el inicio de la cuarentena de niveles de $ 80 hasta niveles superiores a los $120.
La brecha alcanzó el 85% y superó el máximo registrado en la era del cepo kirchnerista anterior.
Por tal dinámica, el BCRA incrementó los controles cambiarios y ajustó más el cepo al dólar.
Los analistas de Portfolio Personal Inversiones (PPI) advirtieron que el Gobierno y el Banco Central consiguieron controlar momentáneamente las distintas cotizaciones del dólar, aunque las medidas tomadas en las últimas semanas serán “anecdóticas” si no se soluciona el tema deuda en los próximos días.
“El goteo de reservas preocupó al Gobierno y al BCRA, llevando a tomar este tipo de medidas de corto plazo y que tienen sus efectos colaterales, como el aumento de la brecha entre el dólar oficial y el dólar informal que se ubica en el 82% con el dólar informal en $125. El éxito o no de la reestructuración de la deuda, definirá el futuro inmediato de las cotizaciones del dólar. El objetivo de la entidad monetaria es claro, y es frenar el goteo de reservas y la suba del dólar atacando artificialmente a la demanda, y los medios utilizados, discutibles”, comentaron. Marull entiende que la batería de medidas sobre el cepo recientemente “calmó” al dólar contado con liquidación, bajando de $119 a $113 ayudado por mejores novedades del canje de deuda, aunque el sesgo al alza de la brecha sea al alza.
“Si bien el dólar bajo ayudado por novedades con la deuda ya sabemos que más restricciones es más presión sobre el dólar financiero, así que es de esperar algún rebote”, dijo. Finalmente, un operador de bonos de un banco local advirtió que cuantos más pesos haya en la calle, más controles cambiarios y cada vez menos dólares, hace que este ajuste en el dólar sea entendido como transitorio.
“Por más que el BCRA y la CNV impongan nuevas restricciones, la dinámica de la brecha puede seguir siendo alcista a mediano plazo. Entendemos a este recorte como transitorio, sobre todo contemplando al contexto de elevada inflación para finales de este año y para el año que viene. Hay cada vez mas pesos y cada vez menos dólares. Esto ajustará por precio, poniendo aún más presión sobre el dólar y la brecha y dicha dinámica se agravaría si el tema de la deuda no llega a buen puerto”, señaló el trader.