El tipo de cambio sigue operando por debajo del piso de la banda y eso lleva al BCRA a tener que definir el camino que toma de aquí en adelante. Las opciones que se le presentan son dos y pueden tener impactos diferenciados sobre el nivel de precios y sobre laactividad.
La primera alternativa es seguir comprando dólares a razón de u$s 50 millones diarios hasta el límite de los u$ 700 millones mensuales y generar una expansión de la Base Monetaria de hasta 2% mensual. La segunda alternativa es acelerar aún más la baja en la tasa de interés para incentivar una mayor demanda de dólares. Si bien desde la entidad sostienen que no determinan el nivel de tasa de interés de la economía y que la misma surge del mercado, el Banco Central tiene herramientas para influir en la baja de la misma. Comprar dólares y emitir pesos sin estirilizar baja la tasa de interés, así como otras medidas aplicadas a los bancos. En definitiva, cualquiera de los dos casos tienen implicancias distintas en la economía. ¿Cuáles son las ventajas y desventajas de cada una?
- Intervención en el mercado cambiario
Haciendo un análisis de las implicancias de intervenir en el mercado cambiario, los analistas de Quinquela Fondos sostienen que la compra de dólares en el mercado soluciona de manera rápida el problema de la apreciación cambiaria y caída del tipo de cambio real ya que, al inyectar pesos en la economía se flexibiliza la política monetaria y de esa manera se puede atenuar la caída del crédito.
“Esto que parece saludable tiene dos contras. Por un lado, se resigna parte del esfuerzo por contener la inflacion, algo contraproducente cuando se acaba de cerrar 2018 con una inflación récord del 47,6%, y se esperan fuertes aumentos de tarifas para los próximos meses. Por otro lado, resulta contradictorio estar pagando una tasa de interés del 57% anual por las Leliq y a la vez estar inyectando pesos en el mercado. Igualmente es esperable que, ante un mayor nivel de liquidez en la banca, la tasa de Leliq pueda seguir bajando al ritmo actual”, remarcaron desde Quinquela Fondos.
Con respecto a la intervención en el mercado cambiario, Nery Persichini, Gerente de Inversiones de GMA Capital identifica dos ventajas sobre la misma.
“Por un lado, el BCRA cumple con la regla informada al mercado. Así, gana credibilidad y construye reputación de forma adicional al cumplimiento del control de la base monetaria. Por otra parte, el BCRA aprovecha acumular reservas por uno de los pocos canales que permite el acuerdo con el FMI”, sostuvo.
Sobre este tema, el analista también recuerda que durante los 5 días en el cual del tipo de cambio se ubicó en la zona de intervención, la entidad presidida por Guido Sandleris compró u$s 190 millones. “Fortalecer reservas es vital para mercados como el argentino para reducir la vulnerabilidad a shocks externos”, sostuvo.
En cuanto a la ventaja de intervenir, Persichini remarca que, al inyectar pesos en la plaza, quizás se corra el riesgo de acelerar el proceso de baja de tasas de interés y desanclar las expectativas de inflación. “Esto podría derivar en una caída de la demanda de pesos con un impacto sobre los precios y la dolarización”, aseguró.
- Baja de tasas
Por otro lado, uno de los pilares de la actual política monetaria es la existencia de altas tasas de interés, que son positivas en términos reales y mayores a la devaluación esperada. Con eso se busca mantener alta la demanda de pesos y baja la demanda de dólares.
“Ese objetivo se ha logrado con creces, tan es así que el tipo de cambio se ubica por debajo de la banda de no intervención, lo que implica que se recuperó la demanda de pesos y bajó la demanda de dólares”, sostuvieron desde Quinquela.
Mirando hacia adelante, desde la compañía entienden que, resultaría lógico acelerar la baja de las tasas de manera de volver a estabilizar la demanda de dólares para no necesitar emitir. De esa manera se baja el costo cuasifiscal y no se expande la Base Monetaria ayudando a controlar el nivel de pesos (esto siempre bajo el enfoque actual de definición de agregados monetarios).
Pero no todo resulta tan sencillo, el BCRA estaría operando con una restricción adicional, que es su decisión de avanzar gradualmente en la baja de tasas para no excederse y tener que retroceder (volver a subir la tasa).
“Esa decisión política tiene un costo económico significativo, ya que implica estar pagando una tasa de interés mayor a la necesaria por todo el período en que la demanda de pesos se mantenga alta. Detrás de esta decisión está el temor de una fuerte aceleración de la demanda de dólares en todo el extenso proceso electoral que se espera para este año”, comentaron.
Como vemos, los dos caminos tienen sus 'a favor y en contra'. Desde Quinquela Fondos remarcaron que por ahora el BCRA parece estar más orientado a la primera de las opciones, que arroja como resultado una mayor expansión monetaria, un control más lento del ritmo inflacionario, una menor atención a la economía real y un costo cuasifiscal mayor.
En cuanto a empujar a la tasa a la baja, Nery Persichini, Gerente de inversiones de GMA Capital, agregó que menores tasas de interés de Leliq podrían derivar en menores tasas de pasivas de los bancos, y menores tasas en pesos para ahorristas podrían inclinar la balanza hacia una mayor dolarización de portafolios.
“Este fenómeno podría acelerarse si la entidad monetaria decidiera reducir el porcentaje de encajes bancarios, es decir, darle mayor importancia al circulante que a los depósitos de entidades en el BCRA, sin necesariamente alterar el total de la base monetaria. Mayor liquidez en bancos reduce la competencia por fondeo y erosiona las tasas pasivas de los plazos fijos”, sostuvo.