Doctor: el bebé no habla, ¿es normal?

Cada pequeño desde la primera infancia tiene sus tiempos para comenzar a hablar. Sin embargo, a determinada edad, la no resolución de este paso evolutivo implica la presencia de algún obstáculo. Las miradas profesionales al respecto.

Doctor: el bebé no habla, ¿es normal?
Doctor: el bebé no habla, ¿es normal?

“¿Qué querés Tomy, el vaso con la leche?”, pregunta la madre ante la insistencia del bebé que con su manito señala y emite sonidos. “Leche... Leeeecheee”, apunta la mamá. Tomy finalmente replica una palabra algo cortada, pero similar a la que le enseñan, y sólo así termina con lo deseado entre sus manos.

Ésta es sólo una de las tantas acciones estimulantes que desde el hogar impulsan a los niños desde temprana edad, a lanzarse a la aventura del lenguaje.

Se trata de una edad determinada en la que puede pedírseles “trabajar” en este sentido. Pero, si pasada determinada etapa, el niño sólo consigue balbucear, sin pronunciar bien, y por ende, sin poder comunicarse es bueno acudir al profesional y ahondar sobre si existe algún tipo de problema.

¡Maaaa-má!

Esta es una de las palabras más esperadas desde el corazón materno. Sin embargo puede ocurrir que esto no se dé en los tiempos naturales para el desarrollo del niño. Como explica la psicopedagoga Mónica Coronado “es un proceso que varía según cada niño”.

- ¿A qué edad suelen hablar cada uno?

- Las primeras palabras aisladas suelen aparecer cerca del año. “Mamá”, “leche” suelen ser algunas, pero incluso pueden decir alguna palabra antes del año.Ya a los dos añitos aparecen las frases, en donde unen dos o tres palabras para armar una oración que implican frases muy breves. Luego van complejizando su lenguaje e incorporando más palabras y frases. Alrededor de los dos años y medio, el chico tiene que hablar más o menos, y poder decir alguna frase. Si ese proceso va avanzando como debe, a los 3 o 4 años debe ya poseer un lenguaje amplio para referirse a lo cotidiano.

- ¿Y si esto no sucede?

- Antes que nada hay que distinguir entre “habla” y “lenguaje”. Una cosa es hablar (la expresión oral de ideas o pensamientos, etc). Otra es el lenguaje: la comprensión de la palabra. Hay niños que tienen muy buen desarrollo del lenguaje ante lo cual la mamá le dice: “traeme el sombrero rojo que está arriba de la cama”, el chico va y lo hace; pero nunca te diría una frase para explicar lo que ha hecho. Es importante esta distinción entre habla y lenguaje porque cuando el habla y el lenguaje interno es pobre puede haber algún tipo de retardo o deficiencia a nivel intelectual.

Cuando los papás cuentan: “mi hijo entiende todo, maneja la computadora, cambia los canales y si le hacés un pedido sencillo para su edad, lo cumple”, uno como profesional se queda tranquilo porque significa que ese niño tiene un problema del habla, no del lenguaje, que implica lo cognitivo intelectual. Si uno al niño le muestra el dibujo de varios animales y lo incita a señalar a cada uno según el nombre que tienen, y el chico hace lo pedido, la palabra está en su mente pero él chico no la pronuncia. Esto es una diferencia fundamental.

- ¿Qué aspectos hay que tener en cuenta?

- El retraso en el habla puede suceder por retardos, o un pequeño retraso en el lenguaje, que en muchos chicos aparece a menudo, dentro de un contexto hogareño en el que no se usa mucho la conversación con ellos. Sólo le dan órdenes: “tomá”, “comé”, “vení” pero no se habla con ellos.

¿Cómo sería eso? Por ejemplo: hablar de algo que están viviendo en ese momento el papá o mamá: “mirá qué lindo este lugar, mirá ese dibujo que hiciste es hermoso”. En muchas familias los integrantes no conversan, sólo dejan el televisor prendido y a los pequeños nos les hablan, ni explican. El niño aprenderá eso mismo.

- ¿Qué sucede si se descarta el retraso madurativo?

- Puede tener que ver con un déficit en la audición o fallas de articulación del lenguaje: al chico le cuesta transformar una palabra que tiene en su mente en toda una serie de movimientos bucales que le permitan expresarlo. Eso implicará llevarlo a un terapeuta del lenguaje o un tratamiento fonoaudiológico. El tema de la sobreprotección incide. Es el caso de un niño que no alcanza a decir lo que quiere, que se lo dan igual.

- ¿Qué se puede hacer si no hay un problema determinado e igual no se expresa?

- Hay papás que no les explican el mundo que los rodea a los hijos. Hablamos de la cotidianidad en todos sus aspectos. Tampoco se deben completar las frases de los niños, ya que él no va a utilizar el lenguaje si todos le entienden sin que tenga que expresarse. Cuando el niño señala algo con el dedo, hay que incentivarlo, preguntarle qué quiere. El adulto tiene que ayudar a configurar el lenguaje del niño. Leer cuentos, describirles imágenes y corregirlo amorosamente, o en clave de juego es muy positiva.

- ¿Qué pasa con los problemas en la pronunciación?

- Son las típicas dislalias infantiles: no se pronuncian las “r” o las “c”, o algunos sonidos en particular les cuestan. Pero son problemas de articulación, lo que hay que trabajar es el habla de niños. Que hablen y puedan contar cosas, que puedan expresarse. El camino es consultar con el pediatra y que vea si están todas las pautas de desarrollo normales. En ese caso se hace un estudio específico que evalúe al niño y trabaje el tema del habla.

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